Las misiones internacionales de las FAS no se detienen ni se suspenden por la actual situación de emergencia mundial provocada por el coronavirus, sino que siguen con vigor pues estas deben realizarse sean cuales sean las circunstancias. En este contexto el actual Destacamento "Vilkas" formado por seis cazas F-18 del Ala 15 ha interceptado hasta cinco aviones rusos que habían transgredido el espacio aéreo de las Repúblicas Bálticas, cuando solo se ha cumplido un mes desde el inicio de su despliegue en la zona.
Los 'Vilkas' de nuevo en el Báltico
Fue en abril cuando de nuevo el Ejército de Aire volvió a retomar según el calendario de turnos de la OTAN la misión Baltic Air Police, BAP, (Policía Aérea del Báltico) enviando el día 28 de ese mes un nuevo Destacamento "Vilkas", lobo en lituano, a la misión de patrullar el cielo de las Repúblicas Balticas: Letonia, Estonia y Lituania.
Y proteger su espacio aéreo de las frecuentes transgresiones de la aviación rusa, el destacamento operaría desde la base Siaulai en Lituania.
Este destacamento estaba formado en torno a personal y aeronaves del Ala-15 sita en Zaragoza e incluía 6 cazas F-18 y 137 efectivos, en plena crisis epidémica por el Coronavirus las medidas de control a los expedicionarios fueron muy severas e incluyeron frecuentes pruebas médicas y pase por una cuarentena de 15 días antes de autorizarse su despliegue. Por el nombre de "Vilkas" los destacamentos sucesivos han sido apodados como "lobos" en el lenguaje coloquial y tras que se declarase operativo el contingente el pasado uno de mayo se puede confirmar la eficacia de los "lobos" en su misión pues solo en este primer mes han interceptado hasta cinco aviones intrusos en un total de cuatro “Scrambles” que los forzaron a despegar en alerta.
En el aire antes de 15 minutos
El BAP sigue el código de alertas de interceptación de alarmas de la OTAN para tiempos de paz, cuando desde la base de Uedem en el norte de Alemania el centro de alarma norte de la OTAN, Combined Air Operations Center, CAOC, se detecta por radar una traza aérea sin control o no autorizada se da la orden de alerta, “Scramble”, para que una pareja de cazas de la base más cercana despegue y la identifique en un período inferior a los 15 minutos desde que suena la alarma.
El resto de fuerzas permanece en reserva para sumarse y atender a nuevas incursiones en periodos sucesivos de 5, 15 y 30 minutos.
Fue el 12 de mayo cuando la alarma sonó de verdad y dos F-18 se lanzaron al aire para interceptar una incursión no autorizada. En solo 12 minutos los "lobos" españoles interceptaban el objetivo un avión de transporte "Tupolev" Tu-134 perteneciente a la aviación naval rusa que hacía la conocida ruta San Petersburgo-Kaliningrado con los transpondedores apagados para ocultar su identificación.
Esta una técnica rusa común para testar los tiempos de alerta de la OTAN. Un avión es enviado en una ruta normal de vuelo pero con el sistema transpondedor apagado.
Este sistema envía una señal radio que identifica el avión, nacionalidad, vuelo y ruta para organizar el tráfico aéreo, no haya accidentes entre vuelos civiles y el tránsito pueda regularse desde tierra. A sabiendas que el BAP saldrá a interceptarlo el mando ruso puede cronometrar los tiempos de respuesta de la OTAN y su reacción ante las alarmas. Comprobada la ruta y rumbo del intruso, así como sus intenciones, este es escoltado hasta que abandona espacio aéreo báltico y la alarma concluye volviendo los interceptores a la base.
Interceptaciones de riesgo
Unos días después de este "Scramble" se ordenaba uno nuevo al descubrirse en las pantallas no una sino dos trazas no identificadas, los F-18 alcanzaban el objetivo en solo siete minutos y descubrían en ruta a dos cazas “Sukhoy” Su-30 "Flanker", el mismo modelo con el que los F-18 del último Destacamento Vilkas desplegado tuvo un tenso incidente el verano pasado. Evitando repetir la experiencia que degeneró en un incidente internacional, ambos bandos mantuvieron sus posiciones vigilándose mutuamente, pero sin alterar sus rutas.
En el incidente del pasado agosto uno de los cazas rusos trató de expulsar a uno de los cazas españoles con la maniobra del "empujón", acercarse al avión súbitamente por un flanco para que abandone su posición, maniobra que fue respondida por el F-18 español con una ascensión rápida para ganar ventaja en altura y con ella una posición favorable para un hipotético combate.
Pero en esta ocasión no hubo mayor problema, los SU-30 siguieron su camino y los F-18 volvieron a su base en Siaulai.
A constar que la OTAN y especialmente los E.U.A han ordenado no replegarse ante maniobras de "empujón" que pudieran sufrir en encuentros con cazas rusos. De este modo, también este mes de mayo y en el Mar Negro un avión de patrulla marítima P-8 "Poseidón" de EEUU fue acosado por dos "Flanker" rusos que pretendieron expulsarlo a empujones de su zona de patrulla, pero el avión estadounidense se mantuvo firme y no alteró su vuelo aunque con los Su-30 prácticamente pegados a su fuselaje.
Nuevas alertas
La tercera alarma que los "Lobos" del Ala 15 acometieron, fue de nuevo otro Tu-134, de nuevo en la ruta de Kaliningrado e interceptado en las mismas condiciones de la aeronave homónima interceptada el día 12.
En la última semana de mayo fue la última acción, la aeronave interceptada fue un turbohélice Antonov An-24 en las mismas circunstancias de silencio de transpondedor. Todo en el primer mes de operaciones en el área del Báltico.
El mando de esta edición del BAP recae precisamente en el Destacamento "Vilkas" desplegado en Siaulai, este comparte base con un destacamento de cuatro Eurofighter Typhoon de la Royal Air Force Británica, RAF, 6º Fighter Squadron, y en Estonia desde la base de Amari con un destacamento del L' Arme de L' Air de Francia equipado con seis cazas Mirage-2000-5F del 5º Escuadrón de Chasse "Cicognes”. Aparte de sus misiones de policía aérea los destacamentos realizan continuos ejercicios de combate aire-aire entre ellos para mantener el nivel de instrucción, la importancia de la misión así lo exige.