Cada tarde y desde sus ventanas, los españoles agradecen con sus aplausos la tarea de todos aquellos que han luchado y luchan contra esta epidemia mundial de coronavirus o palían sus efectos en la idea de volver a la existencia normal anterior a la crisis. Parte de estos aplausos son dedicados también a las Fuerzas Armadas por su papel en la lucha contra el COVID-19 encuadradas en la masiva "Operación Balmis" destinada a contener la pandemia. Junto a este homenaje ciudadano, las FAS ya han recibido uno específico institucional por parte de la Ministra de Defensa en un lugar emblemático donde los ejércitos se han significado en esta lucha contra el virus.
El hospital de campaña del IFEMA en Madrid.
Homenaje y reconocimiento
Rodeada de la cúpula del ministerio incluido el Secretario de Estado de la Defensa y el JEMAD, que en su papel de tal ha dirigido la "Operación Balmis", la ministra Robles ha declarado ante la representación de personal militar y civil presente el trabajo de las FAS en esta crisis: “El gran trabajo que han hecho, con la generosidad con la que lo hacen siempre”. Y por supuesto recalcar el papel de las instituciones civiles en esta tarea, trabajando codo con codo con los soldados: “a los sanitarios, los trabajadores sociales, del SAMUR y de toda la gente que se ha volcado como lo han hecho las Fuerzas Armadas”.
En este punto, el papel de la sanidad civil y del SAMUR madrileño en concreto, ha sido fundamental para sacar adelante tanto este hospital como para la lucha contra el coronavirus en su conjunto, poniendo al límite las capacidades físicas y mentales de los sanitarios.
Y precisamente ha sido ese trabajo en común de las diferentes instituciones con la ciudadanía la que se ha revelado vital para contener al virus hasta el punto de estar ya iniciándose la desescalada del nivel de alerta. Un esfuerzo que ha se ha revelado como un trabajo conjunto de todos se vista uniforme o equipo de enfermería: “El espíritu de la solidaridad, el espíritu de avanzar, de la generosidad y del trabajo conjunto”.
Recorriendo las instalaciones
Tras el reconocimiento público vino un recorrido de las instalaciones del hospital. Hay que recordar que este ya no está operativo al haberse superado el pico de la pandemia, pero las infraestructuras siguen instaladas y operativas por si tuviera lugar un rebrote de la epidemia. De este modo el pabellón 9 del IFEMA fue el que albergó al hospital en si con su zona de cuidados intensivos, muy activa en los momentos más duros de la crisis y su alojamiento de pacientes.
El pabellón 10 se empleó en acoger toda la infraestructura logística precisa de un hospital y el pabellón 14 un alojamiento para personas sin hogar, que temporalmente fueron concentradas allí para evitar que gente sin techo que pudiera estar contagiada expandiera el virus sin control.
Como se puede entender fue un esfuerzo titánico el que implicó crear un hospital clínico prácticamente de la nada. La única ventaja es que se disponía de una infraestructura ya construida y no era preciso montar tiendas de campaña en un terreno vacío y servicios básicos como la electricidad, el agua, el aire acondicionado y la calefacción ya estaban instalados.
El hospital y el esfuerzo que supuso
El hospital de campaña montado en el recinto del IFEMA en Madrid ha sido uno de los símbolos españoles de la lucha contra la pandemía de Coronavirus, montado en un tiempo récord de 15 días y con todos los parabienes de la Organización Mundial de la Salud, OMS, que reconoció en público el mérito de su montaje y funcionamiento.
Este hospital de campaña alivió en mucho la saturada carga sanitaria que amenazaba con desplomar el sistema sanitario y sirvió en mucho para contener y reducir la expansión de la epidemia. Tras un reconocimiento previo de las instalaciones el 21 de marzo el hospital empezó a ser construido el día 25, declarándose plenamente operativo el 9 de abril.
Por parte de las Fuerzas Armadas intervinieron en su construcción la Brigada de Sanidad, BRISAN, fue el estado mayor de la brigada el que lo diseñó y la Agrupación de Sanidad, AGRUSAN, la que dirigió el montaje que fue ejecutado por el Mando de Ingenieros, en concreto con el Regimiento de Especialidades de Ingenieros, REI, Nº 11 llegado desde su base en Zaragoza que recibió el apoyo de mano de obra de la Brigada Paracaidista, BRIPAC, "Almogavares" VI y de la Brigada Acorazada, BRIAC, "Guadarrama" XII.
La logística y el material vino desde el Mando de Transportes y la Brigada Logística que aportaron la mayor parte de materiales y elementos: desde camas a conductos de oxigeno, mamparas separadoras, material para quirófanos y equipos de protección ya sean mascarillas o equipos completos de protección EPI. En todo el montaje implicó hasta 139 efectivos de las distintas unidades relevándose diariamente, hasta completar 245 horas de trabajo por persona desde el inicio de la construcción hasta el cierre del complejo.
Un hospital equipado contra el Coronavirus
Cuando el 9 de abril el hospital estaba ya en pleno funcionamiento contaba con 450 camas, 50 de UCI, nueve quirófanos, cuatro contenedores de duchas y 19 contenedores para WC, un compresor de aire y además de cuatro tiendas accesorias TOLPIN específicas para alojar pacientes si la infraestructura montada en el pabellón 9 quedaba superada.
Aparte de los servicios sanitarios de la CCAA de Madrid que dirigían la tarea diaria las FAS aportaron personal médico de la AGRUSAN, de la UMAER del Ejército del Aire y la UME.
Ahora el hospital del IFEMA no está operativo al haberse superado el pico epidémico, pero sus infraestructuras siguen instaladas y alerta ante toda contingencia. Dado el esfuerzo que supuso su montaje y la excelencia del mismo fue una correcta elección para rendir un primer homenaje a las FAS por su papel en esta lucha contra el coronavirus.