Un nuevo paso adelante en la guerra de propaganda a costa del origen del Coronavirus. El secretario de Estados Unidos, Mike Pompeo, ha puesto de manifiesto este domingo en una rueda de prensa que su ejecutivo tiene una “enorme cantidad de pruebas” como para pensar que esta infección se ha generado en un laboratorio de la población china de Wuhan. Una opinión diametralmente opuesta a la que defiende el gobierno de Pekín desde el principio de la crisis sanitaria. En donde incluso llevó ayuda humanitaria a algunos de los países de la Unión Europea más afectados, entre ellos Italia.
“La opinión de los expertos va en esta línea”, argumenta Pompeo
En su aparición ante los medios de comunicación acreditados en Washington el responsable de las relaciones exteriores en el equipo de Donald Trump ha afirmado que “los mejores expertos parecen pensar que el coronavirus fue creado por el hombre”. En contraste con la posición de la República Popular de China que incide que el virus es de origen animal. No obstante, al ser interpelado por una periodista en la rueda de prensa, sobre si ponía en duda la declaración el pasado jueves de la Oficina del Director Nacional de Inteligencia de EE.UU. en el sentido de si descartaba este escenario, Mike Pompeo fue más errático en su contestación al afirmar que no tiene “argumentos para dudar que este sea correcto”.
Manejan pedir compensaciones por el coronavirus
En cualquier caso, durante su intervención ante la prensa expuso que “el Partido Comunista de China sigue prohibiendo la entrada a sus laboratorios a los países que han reclamado una investigación sobre los hechos que han provocado la expansión del coronavirus por todo el mundo.
Para a continuación, elevar su tono y sentenciar que “tenemos que entrar ahí todavía no tenemos las muestras del virus que necesitamos" aunque sin ofrecer explicaciones sobre las medidas que van a llevar a cabo a partir de esos momentos. En este sentido, no puede olvidarse que durante la pasada semana la prensa de Estados Unidos ha filtrado que el gobierno de Donald Trump está discutiendo varias estrategias para penalizar a China, en donde se incluye una compensación financiera por la gestión china en el coronavirus.
Un planteamiento que es compartido por otros ejecutivos del mundo occidental, como por ejemplo Francia, Australia, Canadá y Alemania. En lo que se vislumbra como un enfrentamiento comercial a partir de este verano que puede generar grandes incertidumbres internacionales.
Investigaciones sobre la expansión de la infección
Sobre este aspecto, el Secretario de Estados Unidos ha ratificado que "los servicios de inteligencia sigue haciendo su trabajo sobre lo que ha pasado en realidad con el coronavirus". Ratificando la opinión de hace unos días del presidente Trump en el sentido de que este virus que ha producido más de 200.000 muertes en todo el mundo se ha originado en un laboratorio en China.