​El famoso y mediático cocinero vasco Karlos Arguiñano ha desvelado uno de sus secretos más relevantes de su vida privada. El referente a la ideología que profesa y sus orígenes familiares. Durante su intervención en el espacio 'Sexta Noche' ha declarado que se siente “rojo chillón”.

​El personaje de los fogones ha puesto de manifiesto durante su intervención que “todavía tengo el puntito de ese rojillo que tenía cuando tenia 16, 17 años”. Al constatar que no puede olvidar que procede del mundo obrero, a pesar de que se haya hecho empresario en la última etapa de su vida profesional.

​Karlos Arguiñano admite su vinculación con el sector obrero

​De todas las formas, Karlos Arguiñano no quiso profundizar hacia que opción política iban sus simpatías. Sin que en ningún momento nombrase a alguno de los partidos políticos del espectro español o del país vasco. Aunque puso de relieve durante su entrevista que él procede del sector laboral del metal. Para expresar que siempre ha estado unido a las inquietudes de los obreros.

​No obstante, parte de la entrevista la dedicó para mostrar sus relaciones con su padre, como el camino para entender cuál es la postura que mantiene desde el punto de vista ideológico. Con unas declaraciones que han llamado especialmente la atención a la audiencia.

​Admite que su padre era negacionista

​Su aseveración más rotunda sobre su padre fue la que tuvo que ver con su postura con los hechos que protagonizaron los nazis en Alemania: "Me negaba el Holocausto, y gritándome, claro" reconoció el cocinero explicar que su padre era “pobre pero muy de derechas”. Además, contó que fue miembro de la División Azul.

​De cualquier forma, mostró una cierta comprensión a la figura paterna. “Desde luego que no reniego de el porque era una persona súper, pero que estaba equivocado”, apostilló el célebre cocinero vasco. Descubrió que su padre trabajó de taxista y que los últimos vehículos se los compró él.

'Cambiaría a los actuales políticos por otros'

​Al referirse a la figura de su padre le denominó como que “era una persona muy pobre pero que sentía simpatías por la derecha”. Un hecho que en su opinión no llegó a entender en su vida. Hasta el punto de que este hecho creó más de un conflicto en sus relaciones familiares.

​Mientras que por otra parte, y para finalizar, Karlos Arguiñano también reconoció que mantenía con su padre fuertes conflictos por esta adscripción política. Pero que en cualquier caso, no impidió que le quisiese mucho como hijo que era. Para concluir de una forma muy negativa sobre los políticos de la etapa actual. Argumentando que si dependiese de él “los cambiaría a todos para que viniesen otros”. Al poner de manifiesto que no se han unido ni en un período tan excepcional como el que se vive con la pandemia del coronavirus.