La fulminante y efectiva moción de censura que Pedro Sánchez (PSOE) presentó al gobierno del PP presidido por Mariano Rajoy, tras conocerse la sentencia del caso Gurtel, conllevaba aparejado un cambio de gobierno en la que la cartera de Defensa era una de las más significativas a cubrir. Tras una serie de rumores que durante unas horas colocaban al antiguo secretario del ramo, Constantino Méndez, al frente de la dirección de los ejércitos, la incógnita se despejaba con el nombramiento de Margarita Robles al frente del Ministerio de Defensa.
Las incógnitas
Aunque muy bregada en lides parlamentarias, con experiencia en el gobierno y experta jurista, la misma Margarita Robles reconocía su falta de experiencia en temas castrenses sobre los que había mantenido "una prudente distancia".
Sin embargo, la confianza de Sánchez en ella ( ha sido su portavoz parlamentaria) le ha valido la recompensa de este ministerio, sin duda el de mayor fuerza efectiva y que con este nombramiento recupera el control del Centro Nacional de Inteligencia, CNI, dependiente de vicepresidencia del gobierno en la etapa del PP.
Con todo la elección fue aceptada con sorpresa y no pocos dudas y suspicacias tanto en el estamento militar como habida la experiencia de gobierno de Margarita Robles, pues cuando en la última etapa de gobierno, 1993-96, de Felipe González fue Secretaria de Estado de Interior a las órdenes de Juan Alberto Belloch su gestión fue calificada de "nefasta" por Policía Nacional y Guardia Civil con frases lapidarias como "esta tía ha entrado en el ministerio como un elefante en una cacharrería", "ha puesto todo patas arriba y lo ha dejado todo igual, patas arriba" o que "Robles ha conseguido en 2 días lo que ETA no logró en 20 años, que es cargarse los servicios de información".
Y lo cierto es que durante su cargo el nivel de eficacia de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado, CFSE, contra el terrorismo etarra descendió gravemente merced a políticas erróneas, desdoblamiento de funciones y la sustitución de personal experto en antiterrorismo por otros mandos especializados en otro tipo de delincuencia, por lo que no pudieron dar el nivel esperado de eficacia en este tipo de lucha, lo que facilitó a la banda criminal un nivel temporal de operatividad terrorista muy elevado.
Tranquilizando ánimos
Si las suspicacias levantadas por este nombramiento tenían ese origen del paso de la actual ministra por Interior, la misma Robles ha tratado de disiparlas en su primer discurso de toma de posesión aludiendo: "al honor que supone trabajar con las Fuerzas Armadas", "el magnífico papel que desempeñan en el extranjero, siendo los mejores embajadores de España en el mundo", "la continuidad de las políticas de defensa, pues la defensa es una política de estado y no puede estar sujeta a los vaivenes políticos" o que "todo debe hacerse dentro de la constitución y nada fuera de ella, ni saltándosela, en una España unida y diversa".
El relevo
Antes de pronunciar estas palabras se realizó en la sede del ministerio la ceremonia formal de toma de posesión en que tras pasar revista a una formación de los tres ejércitos en el patio del ministerio, la nueva ministra recibía su cartera ministerial de su afectada emocionalmente, pero serena para la ocasión, antecesora, María Dolores de Cospedal.
Con este relevo efectuado, España cuenta ahora con una nueva Ministra de Defensa en un nuevo gobierno. ¿Cuál será la política de defensa del nuevo gobierno del PSOE? ¿Qué efectos tendrá? ¿Y cómo será la gestión de Margarita Robles al frente de este ministerio? Son incógnitas abiertas que solo el tiempo y los hechos responderán en un sentido u otro.