La noticia saltaba por sorpresa el pasado día 14 cuando, tras pasar el Canal de Súez el Grupo de Batalla 12 de la US Navy comandado desde el portaaviones Abraham Lincoln veía separarse de la formación a uno de sus buques escolta, la fragata Méndez Núñez de la Armada Española pues por orden del ejecutivo de Madrid se realizaba un "abandono temporal de misión". De este modo la F-104 "Méndez Núñez" de forma repentina e inopinada abandonaba el grupo de combate y ponía rumbo a Bombay mientras el resto de buques de la flotilla se dirigía al Golfo Pérsico.

Torrente de excusas

Desde el Gobierno Español surgieron los ministros en tromba para dar toda clase de excusas, a cual más pueril sobre esta sorprendente decisión: Que si el desvío era para garantizar el voto de los marineros embarcados, falso, estos votaron por correo antes de iniciar la singladura y de faltar el voto de alguno podían haberlo hecho en cualquier puerto amigo del Golfo Pérsico.

Que la entrada en el Pérsico no estaba prevista, absurdo, el Grupo del Abraham Lincoln navega por los distintos destinos americanos de despliegue y en la ruta inicial se contemplaba el Golfo Pérsico.

Que se conmemoraba el 500º aniversario de la primera circunnavegación del globo, completamente inexacto, el barco que realizá un crucero con ese propósito es el Juan Sebastián Elcano como embajador naval de España, la singladura mundial de la Méndez Núñez era operativa y de adiestramiento militar.

Que la misión original ha cambiado, erróneo, el Grupo 12 se despliega donde se le requiera y la posibilidad esos despliegues imprevistos se advierten antes de iniciar la misión, por si ocurrieran para no alterar precisamente el desarrollo del operativo.

Y tras lo magro de las excusas vino el festival de disculpas: "que es un abandono temporal", "que luego retornara a la misión", "que no hay que tomar las cosas a la tremenda", "que España es una aliado fiel" y demás zalamerías para tratar de arreglar el desaguisado.

Las posibles razones

Aunque las evasivas gubernamentales no dejan nada claro a cualquier analista político no se le escapa que estamos en un periodo electoral decisivo y que todo riesgo de nuestras fuerzas en el exterior con posibles incidentes con terceros países, lease Irán, podría ser una bomba política, cuando el partido en el gobierno, PSOE, tiene como principal socio político a una formación, Podemos, cuyo líder ha reconocido sin ambages haber sido financiado por Irán.

Si el Grupo 12 entra en el Pérsico y se produce cualquier incidente armado contra el régimen iraní, independientemente de quién lo provoque, y en que se vea implicada la Méndez Núñez, la conmoción política podría significar perder el apoyo que el PSOE necesita para la investidura. Por lo que la retirada ordenada desde Madrid habría sido un "ponerse la venda" antes de la herida.

Golpe moral para la Armada

Para la Armada la orden de retirada fue un autentico mazazo y una humillación, en los cuarteles generales la respuesta ha sido de rabia, indignación y vergüenza y, aunque no sea público los comentarios sobre la Ministra de Defensa han descendido a nivel escatológico. Para la tripulación de la Méndez Núñez la humillación es total, de autentica vergüenza, más de seis meses de esfuerzos, duro entrenamiento y ejercicios, superar certificaciones y exámenes por parte de EEUU, los más exigentes del mundo, para demostrar estar capacitados para integrarse en un Grupo de Combate de EEUU y, tras aprobarlos y empezar la singladura, abandonarla y mandarlo todo al garete cuando se entra en una zona de riesgo dejando tirados a tus camaradas de armas y otra vez la imagen falsaria que pone a nuestros soldados de cobardes.

Atrás también quedan los elogios y la satisfacción reconocida por la US Navy por la alta capacitación de la Méndez Núñez. Según fuentes cercanas a la Armada al oficial de enlace español a bordo del Abraham Lincoln, "se le puso la cara roja de vergüenza" cuando se ordeno la retirada. Oficial que se ha incorporado ahora a la Méndez Núñez mientras que su equivalente americano en la F-104 ha sido trasladado al portaaviones.

Consecuencias inmediatas

Otra vez el prestigio militar de España manchado por una cacicada política irreflexiva al estilo de la retirada inopinada ordenada por Zapatero de Iraq en 2004, aunque la US Navy ha tachado la retirada de política y no ha cerrado la puerta a una integración posterior.

El bloqueo de la construcción de un tren AVE en Texas y la incertidumbre de no participar en el desarrollo de 20 fragatas que la US Navy pensaba construir para su flota basadas en las F-100 españolas, este crucero tenía que validar su diseño, con las pérdidas económicas y de empleo que para los astilleros españoles conlleva no han parecido pesar en el Gobierno visto lo cortoplacista y miope de su decisión.