Cada cierto tiempo, el Rey se reúne con el estado mayor de cada uno de los tres ejércitos para ser puesto al día de las actividades militares que se realizan y conocer cual es el estado y operatividad de las fuerzas. También es enterado, de primera mano, sobre sus problemas, retos y avatares.

En esta ocasión ha sido la Armada el último de los tres ejércitos que he rendido cuentas al Rey sobre sus actividades y capacidades. La reunión que ha tenido lugar en el mismo Cuartel General de la Armada, CGAR, sito en el centro de Madrid junto a la Plaza de Cibeles.

La llegada

Un piquete formado por marinería e infantes de marina rindió los honores de ordenanza al monarca que fue recibido por el Almirante Jefe Estado Mayor de la Armada, AJEMA, Teodoro López Calderón, y por todo el estado mayor de la Marina Española e incluso una representación de sus compañeros de promoción en la Escuela Naval Militar, por ello, el Rey pudo reunirse con sus compañeros de clase de los tiempos en que fue guardiamarina en Marín.

Esta reunión con los "compañeros de camareta", que ahora la mayoría ostentan los empleos de tenientes y capitanes de navío, fue un punto de distensión antes de pasar a la sala de reuniones, donde los diferentes responsables de cada rama de la Armada expusieron a Felipe VI el estado actual de la misma.

El cuadro general

Las misiones en el exterior fue el primer tema tratado en la reunión, pues la Armada tiene en la actualidad 21 buques navegando y 2.317 personas navegando o desplegadas en misión. De estos despliegues cuatro son en misiones internacionales con el patrullero "Centinela" en la costa occidental de África, la fragata "Cristobal Colón" y el Buque de Aprovisionamiento en Combate, BAC, "Cantabria" en la 2ª Fuerza Permanente de la OTAN en el Atlántico donde ha participado en los recientes ejercicios Trident Juncture de la alianza en Noruega y el transporte de ataque "Castilla", desplegado en la operación Atalanta contra la piratería.

Este navío participó en la última acción operativa de la Armada en Somalía cuando en la última semana de octubre localizó una lancha ballenera usada por los piratas y la destrozó con explosivos, la lancha en cuestión había participado en el intento de secuestro de un mercante alemán que fue rechazado por la seguridad privada presente en el barco, que repelió el intento de abordaje a tiros, seguidos los paratas por un avión de patrulla P-3 Orión del Ejército del Aire.

Cuando el bote estaba cerca de la costa fue abandonado por los filibusteros. En el momento en el que los efectivos de Infantería de Marina del "Castilla" llegaron a él lo encontraron vacío por lo que se decidió su voladura para evitar su vuelta al uso por los bucaneros.

En el campo de los medios, el Rey fue puesto al día del grado de desarrollo de los futuros buques de la Armada, esto es el nuevo submarino S-80, las fragatas F-110 y el futuro buque BAM especializado en actividades subacuáticas, o sea uso de buceadores y rescate submarino.

Los asuntos de personal de la Armada, afectada como todas las FAS con la dicótoma del personal de tropa y marinería que debe abandonar la institución al cumplir los 45 años de edad, pues no han adquirido la condición de suboficial o de tropa permanente, centraron la última parte de la reunión.

El fin del informe de situación cerró la visita real con concluyo con la firma en el libro de honor.