Aunque la actividad del Rey como mando máximo de las FAS siempre es continua en los últimos tiempos se ha notado una acentuación de esa tarea de Felipe VI con la asistencia consecutiva a dos actividades. La primera institucional con la entrega de despachos a los nuevos oficiales de Estado Mayor y la segunda operativa con la asistencia al ejercicio MOPEX planificado por el Estado Mayor de la Defensa.

Diplomados de Estado Mayor

La entrega en el Centro Superior de Estudios de la Defensa Nacional, CESEDEN, de los diplomas de Estado Mayor supone la entrada a la entrega posterior de despachos en las distintas academias militares.

El español es un curso de estado mayor especialmente prestigioso a nivel mundial por su nivel de exigencia, por lo que desde que en 1999 se instauró en el CESEDEN recibe a multitud de oficiales extranjeros que vienen a formarse como oficiales de estado mayor, algo que llena de orgullo la institución y sobre lo que el mismo Rey ha declarado sentirse muy orgulloso y agradecido pues: "Demuestra la calidad de la instrucción que impartimos y la confianza de nuestros amigos y aliados tienen en nosotros puesto que mandan sus oficiales aquí a formarse con nosotros".

Así en esta XIX edición 31 oficiales extranjeros de: Alemania, Arabia Saudí, Argelia, Argentina, Brasil, Cabo Verde, China, Corea del Sur, Egipto, EEUU, Francia, Gabón, Italia, Jordania, Líbano, Marruecos, Mauritania, México, Pakistán, Perú, Portugal, Reino Unido y Túnez, se han formado junto a 90 oficiales españoles, 4 mujeres, de los tres ejércitos, Policía Nacional y Guardia Civil.

Se considera que el obtener un diploma de estado mayor es el mejor pasaporte para ascender a general por ello se puede deducir que España ha formado en el CESEDEN a un buen número de generales no solo nacionales sino también de países aliados.

Ejercicio MOPEX

En el campo operativo el Rey asistió en la sede del Mando de Operaciones, MOPS, a la ejecución del ejercicio MOPEX acompañado por la Ministra de Defensa Margarita Robles.

El MOPEX es un ejercicio de Puestos de Mando, CPX, esto es que solo se realizan sobre el papel o mejor dicho en el ordenador. Las tropas, situaciones, eventos e incidencias solo existen en el plano virtual sin fuerzas sobre el terreno y debe ser el oficial encargado frente a la pantalla el que resuelva la situación de la mejor manera posible con los recursos que el sistema le concede.

Dado que el ejercicio certifica la capacidad del MOPS para gestionar una situación de crisis máxima, el Rey fue testigo de un escenario cuasi apocalíptico pues el ejercicio MOPEX maneja un escenario ficticio en que España se ve arrastrada a una guerra en apoyo a un país aliado que es invadido y reclama nuestra ayuda en virtud de un acuerdo de alianza, en ese momento nos vemos implicados en una guerra total, un conflicto de alta intensidad con batallas titánicas en tierra, mar y aire con una estimación de bajas propias durísima pues se evalúan en 200 al día.

Y a este sumado los eventos que tienen lugar en un conflicto de esta envergadura con protestas callejeras, disturbios, conmoción y desunión política, sabotajes, ciber ataques, noticias falsas, campañas pacifistas o simplemente de abandonismo en radio y TV, accidentes, terrorismo, etc.

El guión supuesto del ejercicio supone que el enemigo es frenado en su avance por las tropas españolas cuando ha avanzado 20 kilómetros en el interior del país aliado y tras una serie de batallas retardadoras es detenido finalmente a los 60 kilómetros de su avance. A partir de ahí se inicia un contraataque que recupera y el terreno perdido y alcanza las fronteras primitivas, el enemigo con un 25% de bajas totales quedaría escarmentado y renunciaría a aventuras por los menos en los próximos 10 años.

La explicación

Desde luego es difícil de aceptar que España, y de hecho cualquier nación occidental, pueda soportar un escenario bélico de 200 bajas diarias, es simplemente ridículo con solo pensar que el Ejército de EEUU se retiró de Iraq tras solo 5 años de ocupación y hastiado tras sufrir 4.400 muertos, de hecho pensar en ese número de perdidas obligaría ha reinstaurar el servicio militar obligatorio y a recurrir a movilizaciones y levas con un coste inasumible para cualquier gobierno, podría darse hasta una insurrección interna.

Pero esa exageración en el supuesto tiene su razón de ser pues al ser un escenario tan exagerado y potente de guerra total se consigue un nivel de adiestramiento superior y se desarrollan unas técnicas y procedimientos que serian muy adecuadas si de emergencia esta es previsiblemente menor y manejable, "Hay que disparar al 10 para conseguir un 8".

Con todo en la demostración de este ejercicio el Rey fue testigo de un supuesto de crisis que nadie, él el primero, desearía ni por un instante que ocurriese.