Podrá parecer sorprendente, pero a 80 años del fin de la Guerra Civil y a 70 de la conclusión de la Segunda Guerra Mundial siguen apareciendo artefactos explosivos de esos conflictos en diversas partes de nuestra geografía junto con toda clase de artefactos explosivos. La misión de desactivar toda clase de artefacto explosivo es tarea exclusiva de la Unidad de Buceadores de Medidas Contra Minas, UBMCM, de la Armada.

Razón de ser de la unidad

Como todas las unidades militares la UBMCM nace de la necesidad, en este caso de la amenaza terrorista etarra que el 2 de octubre de 1981 colocaba de noche y mediante buceadores una mina adosada al casco del destructor "Marqués de la Ensenada" atracado en el puerto de Santander, y aunque no hubo víctimas el atentado fue definido como "una verdadera operación de comando" en la que solo la escasa profundidad del puerto impidió que el buque se fuera a pique tras la explosión. Paradójicamente los dos terroristas autores del atentado habían sido formados como buceadores en el Centro de Buceo de la Armada en la que destacaron como "soldados modelo" durante su servicio militar, hasta se les llegó a ofrecer hacer carrera en la Marina por la valía que demostraron.

Con ello la conclusión obtenida era que la Armada necesitaba una unidad propia de buceadores que fuera capaz de desactivar bajo el agua minas, bombas, municiones y artefactos explosivos de fábrica o improvisados. Una verdadera unidad especializada en desactivación de explosivos submarina. Por ello en Palma de Mallorca se funda el 1 de febrero de 1982 la UBMCM creada para combatir esta amenaza subacuática.

La UBMCM en la actualidad

Ahora con sede en la Base de Cartagena la unidad se divide en cuatro sectores de actuación. La propia UBMCM en Cartagena que tiene la responsabilidad en la zona marítima que va de la frontera con Francia al norte hasta el límite de la provincia de Almería con Málaga incluyendo Baleares; la Unidad de Buceo de Cádiz que cubre desde Málaga hasta la frontera con Portugal; la Unidad de Buceo del Ferrol cubre toda la cornisa cantábrica desde Francia a la frontera portuguesa; y la Unidad de Buceo de Canarias con competencia en el archipiélago.

Con el grueso de la unidad afincado en Cartagena está a menudo refuerza a las otras unidades con personal y equipo extra si la situación lo requiere.

Forma de actuación

Aunque cada caso de desactivación es un mundo la forma de actuación suele seguir este patrón. Cuando aparece, la más de la veces de casualidad encontrado por buceadores, pescadores, excursionistas, un artefacto explosivo en el mar la persona que lo haya da aviso a Policía o Guardia Civil sobre el mismo, al estar bajo el agua es responsabilidad de la Armada. Si apareciera en tierra o fuera un artefacto terrorista sería competencia exclusiva de las FCSE, por lo que mediante aviso al Mando de Acción Marítima se da la alerta a la unidad que en una primera valoración cataloga la amenaza localizada como:

  • A: Amenaza grave y directa a la vida de las personas. Por ejemplo, una mina adosada a un barco presta a estallar.
  • B: Amenaza indirecta a la vida de las personas, pero sin riesgo directo.Sería una bomba de aviación que arrastrada por la corriente a llegado a una playa sin explosionar.
  • C: Pequeña amenaza a la vida de las personas. Ejemplo, bomba hallada bajo el agua que lleva sumergida sin reaccionar décadas.
  • D: No constituye una amenaza inminente. Podría ser a modo de ejemplo un proyectil de artillería sin explosivo abandonado bajo el agua.

Entonces a la zona se envía un equipo de desactivación, GEDEX, totalmente equipado que debe salir hacia destino en dos horas si la amenaza es A o B, en cuatro horas si el nivel es C y hasta 24 horas de margen si el riesgo es D.

El equipo standard va formado por un jefe de incidente, 2 buceadores desactivadores, EOD, 2 buceadores de apoyo, EOR. Tras revisar la amenaza el jefe de incidente la coloca en su justa valoración, a menudo el nivel de alarma previo es superior al real, y en coordinación con las autoridades se fija la estrategia de desactivación a seguir.

De este modo solo en los últimos ocho años la UBMCM ha desactivado 359 artefactos explosivos localizados en nuestras costas, siendo el más activo 2013 en que se desactivaron 25 y solo en los dos primeros meses de 2019 se han desmantelado tres.

Como un suboficial aclara: "Nos hemos encontrado de todo, unos buceadores que nos indicaron que habían visto una granada de mortero y al llegar al sitio sacamos más de 20 granadas que estaban allí desde que las tiraron al mar al acabar la Guerra Civil, o un pesquero que arrastró una mina y tras izarla y como no sabían lo que era le dieron de martillazos para dejarla luego tirada en el contenedor de basura del puerto. Si llega a estallar no es que hunde el pesquero, es que vuela medio puerto".