Los soldados Richard Ríos Dávalos y Daniel Gómez Varela, ya lucen en sus pechos la Cruz al Merito Militar con distintivo rojo, en vulgo "cruz roja", concedidas por su heroica actuación al abortar un atentado terrorista contra la base de la EUTM en Malí.

Atentado que de perpetrase podría haber ocasionado una matanza, junto a ellos han sido condecorados otros cuatro militares por su actuación en aquella acción, dos de ellos los artificieros que desactivaron el coche bomba inutilizado por los soldados condecorados y el oficial y suboficial a cargo de la guardia la noche de la acción que organizaron la defensa de la base.

El proceso de concesión de medallas

La concesión de condecoraciones lleva varias fases, pues desde que tiene lugar el evento por el que el militar pudiera ser condecorado, hasta que luce la recompensa en su uniforme, pasa un tiempo y el debido proceso.

En primer lugar, tiene lugar la acción que acreditaría el acto heroico que seria merecedor de una condecoración, la defensa de la Base de UE en Kuolikoro tuvo lugar el pasado 24 de febrero, concluida la acción en si el oficial superior a cargo de la misión propone en su informe pos acción la concesión de condecoraciones a aquel personal que se ha destacado en el transcurso de la operación.

Con esta petición hecha se forma una comisión que evalúa la acción, entrevista a candidatos, a testigos, valora los informes de los participantes, si puede visita el lugar de los hechos y tras un análisis y un juicio critico dictamina si procede la concesión de condecoraciones y cuales serán la naturaleza de estas y sus receptores.

Ese dictamen es enviado al ministro de defensa de turno, el cual la lleva al consejo de ministros que lo aprueba y es publicado en el BOE la concesión de las medallas.

A menudo en otras ocasiones estas comisiones han sido calificadas de "tacañas" por lo parco que son a la hora de conceder condecoraciones o darlas de menor valía a los hechos recompensados.

Un total de seis condecorados por la defensa de Kuolikoro

Con todo, le llevó cinco meses a la comisión designada para este caso, decidir quién merecería las condecoraciones por haber abortado el atentado y tras constituirse en febrero alcanzó su dictamen en julio.

Y en él se especificaba que, además de ambos soldados que habían repelido el ataque y que merecían por ello la "cruz roja": el brigada Oscar Nestor Gutiérrez y el sargento primero Pedro Varela Martínez que habían desactivado el coche bomba que no explosionó, portaba 500 kilos de explosivos, merecían la Cruz al merito Militar con distintivo azul por ser el suyo un acto de "especial relevancia" como lo es desactivar un coche bomba.

Y junto a ellos, el suboficial de guardia esa noche, sargento John Mauricio Patiño, que dio la voz de alarma y avisó por radio a los diferentes puestos de guardia de la base, incluido desde el que se repelió el ataque, y el oficial de guardia, capitán David Matilla Fuentes, que organizó la defensa de la base tras repelerse el ataque y durante el tiroteo posterior, merecían también recibir la Cruz al merito Militar con distintivo blanco.

La comisión fue bastante salomónica pues los distintivos de color subrayan la importancia, el rojo es el más importante pues implica combate con el enemigo presente, el azul que el acto es relevante y meritorio, pero no hay enemigo armado enfrente y el blanco es por actuaciones de merito variado a reconocer.

Imposición de medallas en Pontevedra

Concedidas las medallas, falta la imposición de las mismas y esta se suele hacer en una ceremonia solemne en la sede de la unidad a la que pertenecen los condecorados y en presencia de sus compañeros.

Así, el pasado día 10, fue la pontevedresa Base General Morillo, sede de la Brigada "Galicia" VII BRILAT a la que pertenecen los condecorados, la testigo de la imposición de estas condecoraciones, que con evidente satisfacción la ministra Margarita Robles impuso a cada uno de los galardonados mientras por megafonía se relataban los méritos de los condecorados.

Un homenaje a los caídos con trajes de época y un desfile de la unidad ataviada con sus características boinas grises con la exposición de su mascota, el azor que se luce en la boina y la insignia de la brigada, concluyó la ceremonia.

En una posterior reunión con la prensa con la ministra, autoridades del ministerio y mandos de la unidad presentes, los condecorados relataron a los medios su experiencia: "Eramos conscientes de todo lo que pasaba", "se nos paso de todo por la cabeza", "cuando vi que venia por mi le dí con todo", "reaccionas por instinto".

Esta ceremonia supuso un desagravio para la BRILAT pues esta unidad abrió el desfile del Día de la Bastilla en París en reconocimiento de Francia por su acción en Kuolikoro, pero tal detalle fue omitido por el Ministerio de Defensa en su comunicación oficial, fuera este un olvido intencionado o un error, lo cierto es que estas condecoraciones suponen un reconocimiento a la profesionalidad de la FAS y su eficiencia en misiones reales.