Unos jóvenes próximos a la CUP han protagonizado un momento surrealista: se pelearon con unos miembros de una peña del F.C. Barcelona al confundirlos con miembros de la ultraderecha. Ambos grupos no pararon de insultarse y de lanzarse objetos durante el Fossar de les Moreres hasta el punto que los Mossos d´Esquadra se vieron obligados a intervenir ante la posibilidad de que hubiera heridos graves en el incidente.

Los vecinos no se podían creer escuchar insultos, palabras como “fascistas”, además de que ambos grupos se empujaban y se lanzaban objetos y palos de banderas.

Los jóvenes que iniciaron la pelea pertenecen a La Forja que es una escisión del grupo Arrán, muy próximo a Poble Lliure y muy conocidos en la zona

Según los testigos, todo tuvo lugar cuando un grupo de jóvenes, bastante conocido en la zona, por ser cercanos a la CUP, los conocidos como La Forja -una escisión del grupo Arrán muy cercano en ideología a Poble Lliure-, empezaron a proferir graves insultos contra otro grupo de jóvenes a los que confundieron con un grupo de ultraderecha.

Los jóvenes que fueron agredidos pertenecen a una peña vinculada al F.C. Barcelona de conocida ideología nacionalista

En realidad, los jóvenes eran miembros de una de las muchas peñas que hay vinculadas al F.C. Barcelona y que se localizan en la grada de animación del mencionado club de fútbol.

El propio grupo La Forja, ha dicho, a través de un comunicado, que se habían confundido y han querido pedir disculpas de manera pública. Entienden que el fútbol es una herramienta gracias a la cual se pueden promocionar una serie de valores que ellos defienden. Lamentan lo que tuvo lugar a lo largo de esa mañana en Nostra Ensenya y han pedido disculpas en nombre de sus miembros.

Incluso, personas que son próximas al entorno de la CUP han criticado duramente lo que ha sucedido y han llamado la atención a La Forja por ser ellos los que iniciaron la pelea, sin ningún tipo de razón o excusa. Para ellos, esto ha sido una auténtica vergüenza. Además de haber acusado de fascistas a unas personas que, en realidad, son unos compañeros en la lucha.

Sin duda, una metedura de pata. La situación ha sido valorada por varios medios de comunicación como penosa y vergonzosa, ya que, no solo se confundieron y se propasaron, también, dejaron claro que no conocen la ideología que siguen ni cómo visten o se expresan sus supuestos enemigos, la ultraderecha.