Francia parece haberse convertido en el objetivo prioritario del integrismo islámico, después de registrar el día de hoy un atentado con tres muertes en la Catedral de Notre Dame de Niza, en el que un terrorista armado con un cuchillo fuera abatido, tras atacar a dos policías en Avignon y un tercer sospechoso fue detenido en Lyon, cuando intentaba atacar a los viandantes en la estación de cercanías de la localidad.

Crímenes que ocurren cuando están a punto de cumplirse dos semanas de que en París el profesor de secundaria Samuel Pathy fuera decapitado con un cuchillo en plena calle por un un refugiado checheno de 18 años, en represalia por exhibir en su clase las caricaturas de Mahoma que publicó la revista satírica "Charlie Hebdo", como ejemplo de libertad de expresión frente a la intolerancia.

El terrorista autor del crimen fue abatido a tiros por la policía minutos después del crimen, pero el homicidio ofendió la laicidad republicana francesa hasta el punto que la población, con su presidente Enmanuel Macrón a la cabeza, se lanzó a la calle para reclamar los valores de la República Francesa frente al terror, exhibiendo profusamente las susodichas caricaturas en carteles y pancartas y reclamando las libertades, "seguiremos publicando caricaturas", frente al integrismo yihadista.

Reacción en países islámicos

Aunque los sectores musulmanes moderados de Francia se sumaron a las protestas y rechazaron el uso del islam como excusa para el terrorismo, lo cierto es que la muestra pública de tales dibujos ofendió en numerosos países islámicos con Turquía a la cabeza, cuyo presidente Recep Tatip Erdogán censuró en público a Macron y en otras naciones como Pakistán, Bangla Desh o Mauritania, se multiplicaron las protestas anti galas y se dictó un boicot a los productos franceses.Todo hace pensar que estos nuevos crímenes son una represalia a las protestas francesas, contra el islamismo yihadista y la vuelta a exhibir las caricaturas de Mahoma.

Atentado en la catedral de Niza

La basílica de Notre Dame de Niza se encontraba con unos pocos fieles orando en la primera hora de la mañana del día 29 de octubre, cuando un joven de origen tunecino con un cuchillo de grandes dimensiones y gritando "Allahu-Akbar" (Dios es grande) se abalanzaba contra una anciana septuagenaria, que rezaba de rodillas en un banco de la catedral.

La victima cayó muerta de inmediato, mientras que el autor repitiendo su grito cercenaba el cuello del cadáver, el sacristán de la catedral horrorizado trató de impedir el macabro acto, solo para encontrarse apuñalado a su vez por el agresor y caer muerto al suelo.

El criminal entonces se dirigió sobre una mujer de mediana edad a la que hirió repetidamente en el abdomen, aunque en este caso esta victima logro zafarse y huir de la catedral resguardándose en un restaurante cercano, con todo la gravedad de sus heridas, haría que muriera en el hospital horas después.

Alertada con rapidez, la policía francesa acudió al lugar de los hechos, seis agentes armados ingresaron en el recinto cardenalicio para encontrar al yihadista cubierto de sangre y gritando "Allahu-Akbar" compulsivamente, los agentes lo abatieron a tiros hiriéndolo de gravedad, incluso cuando herido era esposado por los funcionarios el terrorista no dejaba de repetir su grito. Hospitalizado, el estado del criminal es "reservado". El alcalde de Niza, Chrstian Strosi, ha definido el atentado como un ataque del "islamofascismo".

Atentados simultáneos en otras partes de Francia

Solo unas horas después del crimen de Niza, a las 11:00 hora local, en el barrio de Montfavet en Avignon otro individuo intentaba agredir con un cuchillo de grandes dimensiones a dos policías municipales, los agentes reaccionaron de inmediato a la agresión y abatieron a tiros al atacante causándole la muerte, aunque el fallecido gritaba también "Dios es grande" en el instante de la agresión se ha sabido que adolecía de problemas psiquiátricos, por lo que en este momento no puede aseverarse completamente la tesis del atentado terrorista.

Con la noticia de ambos atentados saltando a las redes sociales la Gendarmeria detenía a un sospechoso de origen afgano en la estación de cercanías de Lyon, se le intervenía un cuchillo de grandes dimensiones. No acababan aquí las malas noticias para Francia, pues esa misma mañana se sabia que un guardia de seguridad del consulado francés en Yeda, Arabia Saudí, había sido herido en un ataque con cuchillo.

Consecuencias y análisis a futuro

Pocas naciones como Francia han sufrido tanto el ataque de terrorismo yihadista con atentados brutales en ciudades como Paris, Niza o Marsella, que han costado centenares de víctimas y han destacado por la especial brutalidad de los terroristas participantes, nombres como Bataclan o Charlie Hebdo están marcados a fuego en la conciencia francesa y mundial.

Desde luego, nada hace pensar que estos actos vayan a concluirpor la ola de indignación en países islámicos, al exhibirse en público las caricaturas del Mahoma y más siendo conscientes del alto número de musulmanes residentes en Francia provenientes de países islámicos, que en tiempos pasados fueron colonias francesas.

Ante esta amenaza el presidente francés Macrón ha elevado el nivel de alerta antiterrorista, movilizado al ejército, hasta 7.000 soldados, para patrullar las calles, defender lugares de culto y escuelas, además de exigir la máxima precaución a sus ciudadanos en el exterior.

En la catedral de Niza, a la que acudió desde París justo tras saberse la noticia, pronunció estas palabras que son un auténtico manifiesto frente al terror: “Si volvemos a ser atacados, una vez más es por nuestros valores, por nuestro gusto por la libertad, por esa posibilidad en nuestro territorio de creer libremente y de no ceder a ningún espíritu de terror. Lo digo claramente: No cederemos en nada”