¿Sientes que cada día tienes más trabajo y menos tiempo? ¿Te has retrasado en tus fechas de entrega? ¿Eres menos productivo? Si las horas que pasas en la oficina no son suficientes para dar la talla, lo más probable es que estés administrando mal tú tiempo.

Planifica con antelación

Planea cada nueva jornada laboral desde el día anterior para establecer prioridades. Haz una lista de todo lo que tienes que hacer en las próximas 24 horas y agrega lo que vaya surgiendo. A medida que vayas terminando cada tarea. Ve tachando de tu lista, eso te levantará el ánimo y te estimulará a seguir.

Sé disciplinado

Acostúmbrate a levantarte temprano, trabaja duro y no conformarte con la mediocridad. Siempre busca la manera de hacer un kilómetro extra, de hacer más que aquello por lo cual te pagan. Las personas exitosas se presionan continuamente para rendir más. Aquellas a las que no les interesa avanzar tienen que recibir instrucciones, ser supervisadas y presionadas por otros. Establece fechas límites para cada tarea o actividad. Crea tu propio sistema de obligaciones.

Aprende a decir “no”

Cuando asumes más tareas de las que realmente puedes hacer, la calidad de tu trabajo disminuye. Y aprendiendo a decir no evitarás que eso ocurra. Como alternativa al no, prueba con un: “Me puedo ocupar de eso, pero entonces se retrasará lo que tengo ahora entre manos.

¿lo que me pide es más importante?”

Delega ciertas tareas

Distribuye responsabilidades para que otros puedan cooperar y, de paso, mostrar sus habilidades. Eso es tiempo a tu favor. Concéntrate en hacer el trabajo en el que tú sabes que eres mejor, y delega el resto en tus colegas.

Ahorra tiempo y esfuerzo

Busca atajos dependiendo de las circunstancias, Las personas que son capaces de acelerar la realización de un proyecto o simplificar una tarea mediante un inteligente ahorro de tiempo y esfuerzo, son más eficientes.

No se trata de hacer trampa, sino de encontrar una salida más corta, práctica y efectiva. ¿Tienes que hacer el informe anual? Revisa el del año pasado y, simplemente actualízalo y haz los cambios estrictamente necesarios.

Elige tus reuniones

No asistas a mítines que no sean realmente importantes, pero acude a los que puedan ayudarte a conseguir tus objetivos.

Antes de asistir a una reunión, asegúrate de que es necesaria tu presencia. Si es así, llega puntual y prepárate para participar en lo que se discute. Evita involucrarte en discusiones que te alejen del asunto principal o prolonguen innecesariamente el mitin.