El tiempo nunca espera. A veces creemos que pasa muy deprisa y otras veces pensamos totalmente lo contrario. Es tan abstracto que no lo podemos percibir, pero sí lo sentimos día tras día. Es necesario para la Humanidad y que nos persigue durante toda la vida. Está marcado por relojes, calendarios e incluso por estaciones del año. Posee un poderío y valor que nos lleva a momentos muy difíciles y situaciones memorables. Su término es tan especial que la sociedad lo utiliza hasta en el lenguaje hablado en expresiones como "hacer tiempo", "matar el tiempo", "ganar tiempo", "tiempo muerto"...

Cada vez más gente procura compaginarlo en el trabajo y en la diversión, pero normalmente consideramos que nos falta por lo que no nos quedamos satisfechos. Sobre todo en la vida laboral y estudiantil juega una mala pasada porque deben de controlarse y organizarse adecuadamente ya que no es proporcional, es decir, si las personas exceden su tiempo en el trabajo tendrán menos para la diversión y viceversa.

¿Qué supone para la humanidad el tiempo?

Para la sociedad es oro, es tan prestigioso que con él nos gustaría que nos diera para hacer deporte, ocio, estar con la familia, viajar... Pero el problema principal es que requiere tiempo y dinero. Estamos sometidos a retos constantemente en los que hay que administrarlo apropiadamente porque solo se vive una vez.

Organizar y planificar hará una vida más ordenada con lo que nos rentará y nos será más productivo por lo que dispondremos de ello.

Habitualmente la gente se suele lamentar de decisiones pasadas diciendo oraciones condicionales como "si yo hubiera hecho esto o lo otro"... Pero no hay vuelta atrás, así que lo mejor es vivir y disfrutar el momento, el presente (carpe diem) y seguir hacia delante, hacia una vida a mejor sin arrepentimientos.

Debemos desafiar al tiempo. A nadie le gusta malgastarlo. Si estamos aquí será para emplearlo y dedicarlo a lo que verdaderamente queramos.

Es tan complejo que puede llegar a ser traicionero de manera que nos arrepintamos de sucesos muy significativos en el que queramos dar marcha atrás y modificarlo. Pero nos pone a prueba y errores que hemos cometido en el pasado hace que nos sintamos culpables persiguiéndonos en el presente y hay que saber perdonarlos o afrontarlos. El tiempo es así, consiste en saber gestionarlo y luchar por lo que deseamos. En definitiva tenemos que darle la importancia que se merece.