Muchos jóvenes han seguido los mismos pasos que sus Padres para licenciarse en la carrera y así obtener la misma profesión, aunque unos de forma voluntaria y otros involuntariamente; pero los hay que llevan la contraria a sus progenitores a la hora de escoger su futuro.
Se debe tener en cuenta que la orientación de nuestros mayores es con la mejor intención ya que ellos han adquirido experiencia a lo largo de los años y saben afrontar las dudas que podemos plantearnos.
¿Quién nos conoce mejor que nuestros padres?
Además observaremos que familias de alta fama se dedican a la misma profesión como los Iglesias, los Flores, los Gyllenhaal, los Coppola...
porque en principio quieren y les gusta. También hay que destacar que la educación es un factor principal para poder influenciar, me refiero a que si nuestros padres son actores de teatro lo más probable es que más de alguna vez nos llevarán al teatro e incluso podemos contemplar que en casa estén ensayando sus guiones y esto termine por motivarnos.
Aunque si es verdad que otros progenitores se sobrepasan y más bien se convierte en mandato. Ellos no pueden decidir por nosotros ya que somos libres de escoger aquello que nos haga más felices. Además de que hijos han sido forzados, agobiados y presionados por sus progenitores a desarrollar una carrera que no querían y han podido terminar en dos ramas, la primera que acabe la carrera y trabaje en una profesión el resto de su vida infeliz y el segundo que se rebele contra ellos, por lo que estudia y trabaja en un empleo totalmente distinto.
Es como si obligaran a elegir el equipo de fútbol, no tendría ningún sentido porque cada uno nace con ello y es entonces cuando empiezan a sentir los colores. Los padres deben apoyar la decisión de sus hijos tomen la decisión que elijan, sé que quieren transmitirnos confianza y seguridad pero no tan extremo ya que estarían sobreprotegiéndoles sin poder mostrar sus aspiraciones y se trata del futuro que con ello determinarán una gran elección muy importante que les conllevará el resto de sus vidas.
La mejor manera para tomar una decisión es pensar y meditarlo y en caso de duda consultar a nuestros seres queridos charlando tranquilamente sin prisas. Nos ayudarán a dirigirnos y no perder el rumbo dándonos todo tipo de consejos y sugerencias. Una vez decidido nos animarán y apoyarán en todo momento. En resumen, las mejores personas para guiarnos son los padres siempre y cuando no se excedan.