Sit Down es la empresa que está acaparando todos los grandes contratos municipales de montajes de infraestructuras a través de concursos públicos, siendo el último y más sonado el correspondiente a la ciudad de Alicante. Son los responsables de la implantación del nicho de mercado de la ingeniería aplicada a las infraestructuras para grandes eventos, contando con varias patentes propias y desarrollos técnicos que reinventan el mundo de las infraestructuras para eventos.

Empezaron hace tan solo 7 años, concretamente en 2011, pero ya han multiplicado la inversión inicial por mil.

Algo asombroso y que no tiene límites. ¿Cómo fueron sus inicios? ¿Cómo se pasa de no existir a ser la empresa referencia del sector? ¿Es casualidad tener esta evolución? ¿Cuál es su objetivo? ¿Todo es casualidad?

Sit Down no nació de la nada: los dos fundadores eran amigos y compartían vivienda en sus años de estudio. Unos años donde crearon el plan de negocio de la empresa. Centrados en la formación altamente cualificada: Arquitectura Técnica, Ingeniería Mecánica, Ingeniería de la Edificación o Ingeniería de Materiales.

Su idea de negocio inicial era investigar, inventar, diseñar, desarrollar y evolucionar productos propios para producir y vender ideas propias, saltándose todos los procesos de fabricación, enfocadas a un nicho de mercado que consideraban estancado y sin evolución.

La conquista de un sector amateur

Estudiaron el sector de montaje de infraestructuras de fiestas populares y comprobaron que carecía de profesionalidad. Por lo que enfocaron sus conocimientos al desarrollo de infraestructuras en este sector. Como todo emprendedor, carecían de financiación para desarrollar esas patentes, por eso crearon un plan de trabajo: primero crearon una empresa de bajo coste en el sector; una vez facturaron cantidades adecuadas se iniciaron en los concursos públicos para conseguir grandes contratos y con ello aumentar la facturación; y tercero, con el dinero obtenido desarrollaron sus propias patentes y comercializaron sus propios productos.

Se iniciaron con el alquiler de mesas y sillas. Eligieron esta segmentación del mercado porque con una pequeña inversión podían cumplir con sus objetivos de conseguir un incremento económico rápido para aumentar la facturación con el fin de poder concursar. Además, les permitía realizar pruebas ensayo-error para conocer el sector al máximo y desarrollar las aplicaciones necesarias en un futuro.

Colaborando con empresas del sector, complementándose y logrando multiplicar beneficios y facturación, así como formar varias UTE para de este modo ser más potentes.

Actualmente en los concursos públicos desarrollan grandes proyectos técnicos aplicados a las infraestructuras de eventos, siendo muy superiores a las presentadas por sus competidores. Así han logrado los mejores contratos y están absorbiendo otras empresas punteras en otros segmentos del sector.

Inversión y apuesta por el I+D

¿Pero cuál es su objetivo real? El objetivo es producir sus propias creaciones. La base es el I+D. Todos los pasos realizados son parte de un proceso programado que les permite tener la capacidad económica suficiente para llevar a cabo sus propios inventos y patentes.

Logrando así el pulmón económico suficiente para no depender de entidades financieras ni malvender sus creaciones a los grandes tiburones del mercado.

Aunque suene a tópico, son jóvenes sobradamente preparados que en los años de crisis no podían obtener ayuda financiera ni respaldos económicos. Han creado su propia start up, son su propia lanzadera. Todo lo que se requiere es seguir los pasos de una programación estudiada y madurada durante años, siguiendo siempre unas pautas de crecimiento.

Han creado un plan de negocio de progresión exponencial, siendo su situación actual un paso más en esta evolución. La receta: siempre reinvertir los beneficios en I+D. Nunca una inversión inicial de 30.000 € dio tantos frutos.