Los responsables de la Asociación Sindical Independiente de Maquinistas Ferroviarios (ASIMAFE) han presentado hoy junto con representantes de la sociedad civil y el mundo del periodismo valenciano lo que será el evento del año en la organización, su II Congreso Nacional, que tendrá lugar el próximo sábado, 7 de marzo, en la capital del Túria, Valencia, con Vicente Almenar, presidente de la asociación, a la cabeza.

Problemática en el sector

Los dirigentes de ASIMAFE han reclamado una mayor atención del público en general y de los responsables de los sectores relacionados en particular sobre asuntos tales como el ferrocarril, el desarrollo del Corredor Mediterráneo y la evidente falta de personal en los servicios ferroviarios, así como otras dificultades como el "embudo" existente en el Cabanyal a la hora de enviarse las mercancías hacia el puerto, encareciendo el coste de expedición de las mismas para las empresas exportadoras, uno de los grandes músculos de la economía de la Comunitat Valenciana.

En un plano más social, una de las denuncias de ASIMAFE es que los maquinistas de la precursora de RENFE, FEVE, reciben "un reconocimiento mucho menor y se desecha", de esta forma, la experiencia de los profesionales del ferrocarril frente a las nuevas generaciones de maquinistas.

Los colectivos sindicales, dicen, "en vez de preocuparse por la situación real de los trabajadores del sector ferroviario, están centrados en las cuotas de afiliación y dejan de lado a los maquinistas abandonados por el sector". No obstante, la asociación reconoce avances como la regularización en la realización de las oposiciones a maquinista con métodos que arrojan mayor fiabilidad en el proceso. Aun así, los maquinistas "cada vez están menos preparados en la Comunitat", porque ya ni siquiera es necesario el título para entrar a trabajar en FGV, una empresa con un recambio generacional tremendo.

El desembolso del pretendiente a maquinista, por contra, sigue representando alrededor de 20.500 eueos para obtener la formación deseable para el puesto. Una "situación insostenible" que empeora más, si cabe, teniendo en cuenta que la Seguridad Social no cataloga a estos profesionales como lo que son, sino como "peones de obra", precarizando su salario con todo lo que ello conlleva.

Liberalización del sector

Si bien el proceso de liberalización del sector del ferrocarril en España era un anuncio y una promesa que pretendían estar a la vuelta de la esquina, la realidad es que no hay ningún papel sobre la mesa y ASIMAFE la califica como una "liberalización en B". Esto es, "a espaldas del sector", puesto que solo se han presentado dos empresas a la licitación oficial y las trabas con las que se están encontrando son cuantiosas.

Por tanto, la liberalización plena "no se va a producir".

RENFE aglutina cuatro sectores: Cercanías, Mercancías, Alta Velocidad y Media Distancia; lo cual provoca que no llegue a materializarse una unidad real entre maquinistas, trabajadores de mantenimiento y demás profesionales del sector, dificultando en mayor medida una coordinación real en la defensa de sus derechos y en la reivindicación de condiciones mejores para los trabajadores del sector ferroviario.

Corredor Mediterráneo y Cercanías

ASIMAFE ha lamentado que el desarrollo del proyecto del Corredor Mediterráneo avance "a una velocidad tan sumamente lenta aun con Josep Vicente Boira a la cabeza" del mismo. Gran parte de la partida presupuestaria destinada a la puesta en marcha y posterior finalización de esta planificación "se queda a mitad de camino y no desemboca en ningún avance real".

Con respecto a la puntualidad de los servicios de Cercanías, los responsables de la asociación apuntan que la Comunitat se encuentra ocho puntos por debajo de la media nacional. Los retrasos son inconcebibles en ciudades como Madrid o Barcelona, y Valencia es una excepción en materia de demoras y cancelaciones (suspensión media de 21 trenes al día) de trayectos, en parte derivadas "de la falta de personal o de material rodante".

Además, la prórroga de los Presupuestos Generales del Estado aprobados en su momento por el Gobierno de Rajoy ha impedido que se aplique el Plan de Cercanías de 2017, que recogía una serie de mejoras en el servicio. Se trata de "líneas obsoletas con una falta de personal tremenda que debe solventarse lo antes posible".

Asimismo, han indicado que las reivindicaciones con respecto al Tren de la Costa no podrán ser satisfechas "en el corto plazo", en parte debido a que el Informe de Impacto Ambiental de las obras derivadas de su mejora representa un gran escollo en el avance del proyecto.