Desde hace unos años, la industria textil se ha deslocalizado del continente europeo para ir a países low cost de Asia. España importa principalmente de China prendas de vestir, calzado y tejidos. El gigante asiático es la gran fábrica del mundo. No solo de productos terminados o semielaborados, sino también de componentes necesarios para completar la fabricación en los países de origen.

Con la grave situación que el coronavirus está generando en el país y la orden del Gobierno chino de cierre de parte de las fábricas textiles, el mundo está buscando alternativas, pues no se sabe cuánto tiempo se va a prolongar ese parón.

Inditex, Mango, Cortefiel y Desigual cuentan con numerosas fábricas y proveedores en China

Estas y otras firmas deberán decidir qué hacer para que el coronavirus no interrumpa los procesos productivos y produzca el desabastecimiento de sus tiendas. Marruecos y Turquía parecen ser las mejores opciones para continuar con la producción.

Esta crisis permite replantearse a los grandes productores de la industria textil si la dependencia del gigante asiático es demasiado grande. Si se están poniendo todos los huevos en la misma cesta, o si hay que modificar la cadena de distribución.

No sólo el proceso productivo se está viendo afectando. Los grandes de la moda están cerrando las tiendas en China, lo cual también afectará a sus cuentas de resultados.

GAP, Nike, Adidas y las tiendas del grupo Inditex, entre otros, han decidido echar el cierre a sus establecimientos.

El sector automovilístico también se resiente

Al igual que en el sector textil, la industria de la automoción también está afectada por la epidemia. Siguiendo las instrucciones del Gobierno nacional, muchas plantas de producción han tenido que cerrar sus cadenas de montaje.

También los proveedores de componentes han tenido que hacerlo. No se puede olvidar que es precisamente en Wuhan, donde surgió el virus, donde se han asentado sociedades compuestas por fabricantes europeos y asiáticos. Solo allí, se fabrican 1,6 millones de coches al año.

El grupo PSA ya ha repatriado a sus trabajadores franceses y a sus familias.

Honda ha enviado a sus casas a más de 1.800 trabajadores, y Toyota, aunque no tiene plantas en la provincia de Hubei, ha decidido cerrar indefinidamente sus cuatro plantas en China. Esta última firma ha anunciado que va a donar 1,3 millones de euros a través de la Cruz Roja para paliar los efectos del coronavirus. Todas esperan que a lo largo del mes de febrero pueda reanudarse la actividad normal.

En Corea del Sur, Hyundai y su filial Kia Motors han tenido problemas de abastecimiento de piezas procedentes de China, y se han visto obligadas a parar sus máquinas puntualmente. Renault y Volkswagen esperan reabrir la semana próxima. Sin embargo, las japonesas Mitsubishi y Subaru escapan de la crisis sanitaria, al no depender de la producción china.