La Economía Social y Solidaria (ESS) tiene como objetivo establecer un modelo económico alternativo en el que se dé prioridad a las necesidades humanas, la conservación del medio ambiente y el desarrollo sostenible. Con ello, se pretende que la actividad económica incorpore como parte básica de su funcionamiento valores universales como equidad, justicia, fraternidad económica, solidaridad social y democracia directa.

Origen de la Economía Social y Solidaria

La ESS surge como reacción social a las injusticias sociales que provoca el sistema capitalista.

Un modelo en el que impera la desigualdad económica y el abuso de poder. Frente a la economía individualista y competitiva, la Economía Social y Solidaria aboga por unir fuerzas en pro del bien común.

En el año 2015 se aprobaron los Objetivos de Desarrollo Sostenibles impulsados para combatir la pobreza, las desigualdades y el cambio climático. De los 17 objetivos, el número 8 abogaba por una economía social y sostenible, y empleo digno para todas las personas. Desde entonces, este modelo de economía ha ido visibilizándose y tejiendo redes en todo el mundo.

Principios de la carta de la Economía Social y Solidaria

Como eje vertebrador de este modelo económico se redactó una carta cuyos principios son los siguientes:

  • Principio de equidad: todas las personas merecen un mismo trato digno, reconociendo y respetando su diferencia.
  • Principio de trabajo: recuperar la dimensión humana, social, política, económica y cultural del trabajo donde las personas puedan desarrollar sus capacidades produciendo bienes a la sociedad.
  • Principio de sostenibilidad ambiental: integrar la sostenibilidad ambiental en nuestras acciones para minimizar la "huella ecológica"
  • Principio de cooperación: favorecer la cooperación frente a la competencia.
  • Principio "sin fines lucrativos", donde el objetivo principal es el beneficio de las personas y de medio.
  • Principio de compromiso con el entorno: compromiso con lo local creando, a su vez, redes globales.

Promoviendo el cambio social con una economía social y solidaria

La Economía Social y Solidaria fortalece a las personas y a las comunidades, a fomentar la colaboración frente a la competitividad, y favorece el desarrollo sostenible, en tanto que garantiza un equilibrio entre el crecimiento económico, el cuidado del medio ambiente y el bienestar social.

Se convierte, por tanto, en una alternativa de vida justa, democrática y solidaria, donde cada uno aportamos lo mejor de nosotros en beneficio de toda la sociedad y del planeta.

Son muchas las organizaciones que ya han elegido este modelo como eje conductor de su economía. Por tanto, son varios los ámbitos sociales en los que podemos participar como sujetos activos de este modelo como productores de servicio o consumidores:

  • Financias éticas: alternativas de ahorro e inversión hacia fines mas sociales.
  • Mercado social: red de producción, distribución y consumo basado en los principios de la ESS.
  • Comercio Justo: comercialización de productos elaborados en condiciones justas.
  • Consumo responsable, basado en la sosteniblidad y la justicia social.
  • Soberanía alimentaria: derecho de los pueblos a tomar alimentos saludables y a decidir sobre su producción.
  • Políticas públicas, basadas en los principios de la ESS.
  • Economías feministas que favorezcan la construcción de sociedades no sexistas.

Poco más nos queda decir ante esto. Quizás sólo se trata de abrir conciencias y reflexionar sobre la idoneidad de este nuevo modelo económico. Una importante valoración para la economía hoy.