¿Quién no recuerda la mítica escena del film "Apocalipse Now" de los helicópteros atacando un pueblo vietnamita al son de "La cabalgada de las valquirias" de Wagner? Bien, pues los helicópteros que protagonizan esa escena mítica son los H1H "Huey", construidos por Bell Helicopter, y que resultarían ser el icono de la Guerra de Vietnam y el principal medio de lucha de los EEUU en esa guerra; con él ganarían múltiples batallas a lo largo del conflicto, aunque finalmente se retiraran de Vietnam derrotados.

Construido en masa, el "Huey" sería el helicóptero más producido y popular del mundo sirviendo en multitud de países aliados de EEUU; España no sería una excepción y recibiría sus primeros ejemplares en 1966; hoy tras 52 años de servicio en las Fuerzas Aeromóviles del Ejército de Tierra (FAMET), a este veterano le ha llegado la hora del retiro.

El "Huey" en España, el HU-10 "H"

España ya envió en 1963 sus primeros oficiales a EEUU a formarse como pilotos de helicópteros, cuando el 26 de julio de 1966 los dos primeros ejemplares de "Huey" llegaban a la primigenia base de "Los Remedios", hoy "Coronel Maté" en Colmenar Viejo; la modernidad de las nuevas máquinas contrastaba con el terrible atraso de la España de la época.

Los pilotos recién formados que guiaban estas máquinas se sentían unos verdaderos privilegiados de manejar un material tan moderno y valioso, material que para cumplir la normativa española pasó por un cambio de nombre al denominarse HU-8, al ser de la versión H1H-B, la más básica; paulatinamente desde 1970 a 1981 se recibían nuevos ejemplares, hasta un total de 60, esta vez de la versión D más avanzada que recibió la denominación local de HU-10, aunque pronto la comodidad y el vulgo se refirió a las máquinas como los "H", y así han sido conocidos popularmente en las FAMET hasta hoy.

En operaciones

Dotado de una panoplia de armamento espectacular que incluye lanzagranadas, lanzacohetes, cañones rotativos y ametralladoras, la capacidad de los nuevos helicópteros "H" era "una gozada" para sus tripulaciones que se quedaban también encantados por su versatilidad, fácil manejo, simple mantenimiento y fiabilidad: "Lo puedes dejar a la intemperie una noche con lluvia, frío, nieve y al día siguiente estás seguro que funcionará".

Pronto le llegó la acción pues un batallón de ellos, el BHELMA II, fue desplegado en el Sahara donde realizó toda clase de tareas entrando en combate incluso contra elementos del Frente Polisario y bandas marroquíes.

Tras la retirada del Sahara en el 75, su siguiente acción exterior sería en el Kurdistán en el 91, luego en Bosnia del 98 al 2008, Kósovo en el 2000 y en el Líbano de 2007 a 2012.

Ya para entonces trabajaba con otros helicópteros más modernos y se hacía evidente que más pronto que tarde le llegaría el relevo.

El "Huey" frente a los helicópteros de hoy

"Bueno, es que es como pasar de conducir un 600 a un Ferrari". Esta frase de una comandante piloto refleja el salto tecnológico que del "Huey" se ha dado a otros helicópteros más avanzados como el NH-90 "Caimán", el EC-135 "Colibrí" o el "Tigre" en servicio en las FAMET. Mientras estos últimos llevan radar, ordenadores, pantallas táctiles, sensores multifunción, el viejo "H" solo lleva un tablero analógico con una tecnología que, aunque puesta al día, fue desarrollada en los años 60.

Solo por dar un ejemplo, un "Caimán" se mantiene en vuelo estacionario de forma automática mientras el piloto se concentra en la misión que fuera a realizar; el piloto del HU-10 tiene que mantener manualmente el aparato en estacionario al tiempo que acomete la misión con el riesgo que conlleva hacer dos cosas a la vez.

El relevo para los nueve últimos ejemplares de esta máquina aún en servicio era inevitable por el desfase tecnológico.

El retiro

Y entre aplausos, vítores y alguna lágrima del personal de FAMET, el último vuelo del HU-10 consistió en una pasada rasa por la base "Coronel Mate" escoltado por dos "Colibrí" y atravesando un arco de agua.

Aterrizaje y su piloto firmó el reporte en el libro de vuelo de la aeronave que entregó al coronel jefe de la base, certificando el último vuelo; un antiguo piloto y dos mecánicos fueron los encargados de "atar la pala", esto es sujetar la pala del rotor a la cola con una brida de seguridad confirmando que el helicóptero está parado y se queda en tierra. Este gesto cierra 52 años de historia.

El viejo guerrero HU-10 se retira con los máximos honores; la opinión de todos los que lo han volado: "Le echaremos de menos".

El futuro de los nueve ejemplares retirados está por verse pues hay negociaciones para venderlos a Líbano, su estado de vuelo es excelente, o usarlos en academias para formación de mecánicos o como monumentos. Sería hermoso también conservar un ejemplar en condiciones de vuelo como bello legado de su historia.