Buscar una historia equilibrada de la Armada que reconozca sus derrotas, que las ha habido, pero que también reconozca y alabe sus victorias, que también las ha habido y en cantidad y el papel fundamental que la Armada ha representado en la historia de España.
Es cierta una realidad histórica incontrovertible, si España formó un imperio que se extendía por los cinco continentes, "donde no se ponía el sol", es gracias a que por su Armada controló las vías marítimas y las defendió con éxito de sus enemigos, por tanto, la Armada Española tuvo que ganar en multitud de ocasiones cuando se enfrentó con sus adversarios.
Esta es la razón de ser de la reforma que el Museo Naval ha llevado a cabo en sus instalaciones y que tras dos años, cambio de fondos y restauraciones, ha concluido con la reapertura del mismo, con la idea de que el visitante conozca la historia de la Marina Española sin complejos derrotistas, sino reconociendo sus éxitos, victorias, logros y también reveses, pero que no impidieron que España fuera una potencia naval de primer orden desde los siglos XIV a XIX, ya sea en el Mediterráneo, Atlántico y el Pacífico.
Una visión optimista y equilibrada de la historia naval española
El visitante se encontrará con una entrada remozada con una estructura que recuerda al castillo de un galeón antes de subir una escalera y entrar en la primera de las siete secciones en que por orden cronológico se ha dividido el museo, la primera va sobre las armadas de Castilla y Aragón y su pugna en el Atlántico y Mediterráneo con las victorias del almirante Bocanegra en La Rochelle contra los ingleses o los triunfos de Roger de Lauria contra franceses y angevinos, del Condado de Anjou en la Francia actual, en el Mediterráneo mientras transportaba a las compañías de Almogávares hasta la actual Turquía.
Siguiendo las flechas del recorrido, la era de los descubrimientos es el próximo espacio que se encuentra el visitante, donde se muestra un incunable del museo, el mapa de Juan de la Cosa, el primero del mundo en que se muestra el continente americano.
Junto con el descubrimiento y conquista de América, esta sala hace mucho hincapié en la gesta de la primera vuelta al mundo cuya conmemoración que se inició en 2019 y debía prolongarse hasta 2021 se ha visto interrumpida por las consecuencias de la pandemia de coronavirus.
Un paseo por la historia
Siguiendo este enfoque cronológico, el visitante será testigo de la evolución de la Armada y su relación con la historia de España con las siguientes salas dedicadas a la creación de la Real Armada con la dinastía de los Austrias y el papel de la Armada en esa época de hegemonía con triunfos como el de Lepanto y figuras trascendentes como Álvaro de Bazán.
Siguiendo esa visión equilibrada se reconoce el fracaso de "la Gran Armada" más conocida popularmente como "La Invencible" en Inglaterra, pero se hace referencia con insistencia en la fundamental victoria sobre la "Contraarmada" inglesa en 1589, solo un año después de los sucesos de la "Gran Armada".
La Armada en la época de la ilustración con los Borbones en el trono, las nuevas tecnologías de la navegación y el recuerdo a héroes como Barceló y Blas de Lezo y la aportación fundamental de España a la independencia de los Estados Unidos nos llevan al periodo de decadencia que supuso el siglo XIX y pérdida del imperio, hasta que con los inicios del siglo XIX se logra una recuperación significativa como hitos como el Desembarco de Alhucemas, primer desembarco aeronaval de la historia, y al periodo actual que pese a todas sus dificultades y contratiempos ha vuelto a ver a la Armada en todos los mares del mundo acometiendo sus misiones actuales.
El camino aún por recorrer
Aunque la exposición deja un buen sabor de boca al visitante, todavía es necesario añadir unos puntos al museo como incidir aún más en los triunfos y en los héroes navales españoles, un mero y pequeño panel en la pared al lado de un retrato se queda corto para glosar a prohombres como Lauria o Córdoba.
Se debe hacer la exposición más atractiva no solo exhibiendo piezas antiguas sino con paneles, mapas, pantallas interactivas, croquis explicativos de las batallas, sus estadísticas y resultado. Y no solo recurrir a pinturas clásicas de hace siglos que dejan un ambiente a rancio, sino exponer trabajos de artistas actuales que glosen las victorias de España en el mar en un entorno visual e interactivo que no da la exposición de un simple catalejo en una vitrina.
En ese contexto, la retirada del cuadro de Ferrer Dalmau de "La última batalla del Glorioso" despertó mucha polémica aunque el museo exponga ahora otras dos obras del famoso pintor, aunque el cuadro se seguirá viendo en exposiciones itinerantes, el motivo de esta retirada se debió a que según el almirante Rodríguez Garat, director del Instituto de Historia y Cultura Naval: "Los artistas se guían mucho por el drama y el cuadro muestra justo el momento en que el Glorioso arria bandera, cuando en su singladura derrotó a cuatro escuadras enemigas, entregó su carga de las Indias e incluso en su última batalla se llevó a varios buques ingleses por delante".
Puede ser un argumento plausible, pero teniendo en cuenta la significación mediática que supuso la entrega de este cuadro al museo y que por su repercusión la mayoría de los españoles supieran por primera vez cual fue la gesta del buque de guerra "Glorioso", hace a este una explicación que se queda corta.
Quizá en ese intento de plasmar las victorias todavía quede camino por recorrer pues estas no están bien reseñadas para un público joven que ansia de una información visual, impactante y sencilla que le atraiga en el acto y que huye de lo antiguo y por ello prestaría más atención a una maqueta o a al gráfico interactivo de una batalla que al mapa de Juan de la Cosa.
Es este también falta de sistemas actuales interactivos de explicación en las salas históricas, algo que se cuida mucho de hacer en los museos anglosajones en los que junto al objeto histórico se acompaña una explicación gráfica y muy visual que lo explica, algo que se hecha a faltar. Por ello algún visitante asiduo del museo podría quedar decepcionado con la reforma y opinar: "¿Reforma?
Lo único que han hecho es cambiar las cosas de sitio".
La reapertura del Museo Naval: los puntos positivos
En cifras la remodelación del Museo Naval ha supuesto una inversión de 1.650.000 euros y afectado a una superficie de 1.575 metros cuadrados, cuando el visitante entra en el museo sigue un recorrido de hasta 550 metros para ir de sala en sala admirando las piezas expuestas, el museo cuenta con 12.000 piezas y exhibe 3.500, siguiendo un orden cronológico que empieza en las marinas de la edad media hasta llegar a la actualidad.
El intento de buscar la ecuanimidad es patente, pues en los paneles explicativos se aclara en español e inglés tanto los fracasos como los éxitos en estos siglos de historia, eludiendo caer en el típico derrotismo español que ignorante de la realidad histórica y los logros obtenidos solo busca flagelarse.
En ese aspecto la iniciativa es encomiable y no queda en ese punto más que animar a todo ciudadano que si se encuentra cerca en Madrid cerca de la Plaza de Cibeles a pasarse por el Museo Naval y aprender algo de la historia de España en la mar sin complejos ni derrotismos.