El kéfir de agua es una bebida probiótica, naturalmente efervescente y fermentada. Tiene un sabor que recuerda a una suave limonada. Es el hermano poco conocido del kéfir de leche y primo del más famoso yogur. Esta bebida fermentada han crecido en popularidad en los últimos años, conocida por sus beneficiosas propiedades del tracto intestinal, su efervescencia natural y sabores extraños e interesantes.
El kéfir y sus beneficios
El kéfir tiene un aspecto de gránulos gelatinosos blancuzcos y están conformados por una simbiosis de hongos, bacterias, levaduras y polisacáridos.
Forman una verdadera comunidad de trabajo que se dedica a consumir y degradar azúcares en medio acuoso produciendo ácido láctico, dióxido de carbono, ácido acético, y también, una mínima cantidad de alcohol etílico, producto de la fermentación. De incierto origen, hay literatura que lo ubica tanto en México, como en Japón y en el Tíbet. Según el etnobotánico William Litzinger, el kéfir de agua se genera debajo de la piel de los frutos del cactus, específicamente el de la especie Opuntia.
Este líquido, al ser producido por organismos vivos, es un alimento probiótico, de gran aceptación por veganos, vegetarianos y por personas que tienen intolerancia a la leche y tiene múltiples beneficios para el cuerpo al introducir microorganismos que al llegar al aparato digestivo se incorporan y cumplen una función renovadora de la flora intestinal.
Gracias a los probióticos del kéfir de agua, la mucosa intestinal se estimula y fortalece la inmunidad innata de las células y mecanismos que nos protegen de infecciones, reforzando el sistema inmunológico. Por supuesto, el kéfir de agua provee de estos microorganismos siempre y cuando no se lo pasteurice, ya que este procedimiento los mataría.
También, el kéfir de agua es considerado como una bebida hidratante ya que a la función probiótica se le suman sales minerales.
Una maravilla, natural y gratis
El kefir de agua se puede comprar en dietéticas o tiendas virtuales, por lo general, deshidratado, con lo cual hay que activarlo antes que empiece a trabajar. Pero la manera más interesante es conseguirlo gratis: ¿cómo?
El kefir de agua, al ser una comunidad viva, crece y se reproduce todo el tiempo. A las dos semanas de comenzar nuestro cultivo, se habrá duplicado.
Con el tiempo se habrá multiplicado tanto que habrá que empezar a descartarse, pero el kefir tiene su propia mística: se regala y se dona. Hay en la web infinidad de páginas y grupos de Facebook con gente que lo ofrece. Tan sólo hay que contactar con alguien cercano a nuestro barrio. Es sorprendente lo cerca que suele estar.
Cómo obtener la bebida de kéfir
En un frasco de vidrio de boca ancha, poner al menos dos cucharadas de los nódulos, un litro de agua filtrada, tres cucharadas de azúcar (que puede ser de cualquier tipo) o endulzante (mascabo, miel, jarabes), pero nunca edulcorante artificial o stevia ya que no aporta hidratos de carbono, y trozos de limón o alguna fruta fresca o pasa.
Luego de 24/48 horas, de acuerdo al sabor que se desee obtener, se cuela y se pone en una jarra en heladera. Frío, se disfruta de la bebida ligeramente efervescente, que también se puede mezclar con otras bebidas o jugos de frutas.
Es muy importante tener en cuenta que todos los elementos que estén en contacto con el kéfir deben ser de vidrio, plástico o loza, pero nunca metal ya que inhibe la comunidad de organismos hasta matarla. También hay que saber que el kéfir de agua no es el mismo kéfir que se usa con leche, son comunidades vivas de diferente composición.
Cuando comienza en casa la producción del agua de kéfir, se va conociendo y amigando el proceso, el mismo va mostrando el camino de los nuevos sabores, Recetas y experimentos alimenticios y de belleza. Porque el kéfir es una comunidad que vive, mística y misteriosa.