Atrévete a mezclar frutas y verduras, aderezándolas con especias variadas para darles más carácter y presentándolas junto con frutos secos o ingredientes crujientes para que el paladar disfrute con distintas texturas y los comensales puedan añadirlos a placer.

Las sopas frías constituyen un universo culinario con dos características fundamentales: creatividad a raudales, puedes preparar tantas como a tu imaginación se le ocurran y comodidad porque son fáciles de elaborar con anterioridad.

Además y aunque no te lo parezca pueden llegar constituir platos únicos y ligeros. Basta con que les añadas guarnición: gambas, pescados ahumados, picadas de verduras… eso sí, no las dejes más de dos días en la nevera, pues se oxidan.

Ahora, una recomendación: en temporada de hierbas frescas, utiliza para elaborar con tiempo aceites aromatizados que puedes conservar durante semanas en botes herméticos y usar en las mismas sopas para darles más sabor.

Consejos antes de preparar sopas frías

Las sopas frías se pueden congelar, pero ten en cuenta, que, al hacerlo, tanto el punto de salado como el gusto de las especias aumentan y que, además la sopa se volverá más liquida cuando se descongelen los cristales de hielo que se forman dentro de los recipientes de congelación.

Por ello, si vas a congelar, debes dejarlas con un punto de espesor mayor al que te gustaría. Después, siempre estarás a tiempo de aclararlas con caldos, etc.

Las sopas frías son bajas en calorías así que ayudan a mantener un peso saludable.

Sopa fría: de tomate y pimiento

Aporta 196 calorías/ración

Ingredientes (para 4 personas)

  • 2 Pimientos rojos grandes – 4 tomates maduros – 4 vasitos de caldo vegetal – 2 ramitas de perejil – 3 cucharadas soperas de aceite de oliva – 8 tostadas finas – 4 lonchas de jamón ahumado – pimienta negra molida – sal.

Elaboración

  1. Calentar el horno a 200° C. Lavar los pimientos, colocarlos sobre una bandeja del horno y asarlos dándoles la vuelta hasta que la piel quede completamente asada. Envolver en papel aluminio y dejarlos enfriar.
  2. Escaldar durante dos minutos los tomates. Dejarlos enfriar antes de pelarlos y sacarles las pepitas. Cortarlos a trozos. Pelar y sacarles las pepitas a los pimientos y triturarlos junto con los tomates, con una pizca de sal, pimienta y aceite.
  3. Añadir el caldo y volver a triturar hasta obtener una sopa homogénea y sin grumos. Lavar el perejil, deshojarlo y picarlo muy menudo. Espolvorear la sopa con él.