La palabra Soufflé es ya una palabra internacional, no solo por si misma sino por la cantidad de Recetas que han dado la vuelta al mundo, nacidas de la gastronomía francesa. Si traducimos literalmente esta palabra vemos que significa "hinchado" o "inflado", y no es para menos pues este postre tiene una consistencia única.

Aunque es común encontrarlo como un postre, se hacen también decenas de recetas saladas sobre Soufflé. Normalmente se acompaña al nombre de la receta con el ingrediente que le de la base o lo componga. En esta caso hablaremos de cómo hacer un típico, pero no por ello menos sabroso, Soufflé de vainilla.

Ingredientes

Para realizar este postre necesitaremos lo siguiente:

  • 400 mililitros de leche
  • 100 gramos de azúcar
  • 2 botellines de esencia de vainilla (100ml cada uno aproximadamente)
  • 35 gramos de harina
  • Media cucharadita de sal
  • 30 gramos de mantequilla
  • 5 Huevos, separaremos las yemas de las claras
  • Mantequilla para engrasar el molde
  • Opcionalmente, azúcar para espolvorear por encima.

Preparación

Comenzaremos hirviendo un vasito de leche junto con la vainilla y el azúcar, intentaremos que se mezcle todo bien hasta que quede disuelto en la leche. Dejamos reposar todo durante quince minutos a parte antes de poder proseguir con la receta.

Diluiremos la harina y la sal con el resto de la leche que nos ha quedado, y tras esto añadiremos el preparado que hemos hecho antes.

Mezclaremos bien y con ánimo para que quede todo homogéneo de nuevo. El aroma a vainilla seguramente ya inunde el ambiente.

Volveremos a poner todo a fuego hasta que empiece todo a hervir. En ese momento, cuando la mezcla este en ebullición, agregaremos la mantequilla y la disolveremos, no debería tardar mucho. Tras esto lo retiraremos del fuego y lo dejaremos hasta que haya enfriado por completo a temperatura ambiente.

Debería ser ahora una especie de crema con cierta consistencia.

Añadiremos las yemas a la mezcla, de una en una, y las iremos mezclando. A parte montaremos las claras hasta que estén a punto de nieve. Para ello usaremos una batidora y usaremos la velocidad alta hasta que empiecen a formar picos suaves. Una vez este listo las mezclaremos con movimientos suaves y envolventes.

Cuando tengamos todo listo procederemos a ponerlo en un molde, pero antes lo engrasaremos. Lo llenaremos hasta tres cuartas partes de su capacidad para que no desborde al cocerlo. Podemos espolvorear azúcar por encima en este paso.

Lo introducimos en el horno, el cual habremos precalentado a 170ºC, y lo dejaremos hacerse 30 o 35 minutos. Tras esto, con cuidado, comprobaremos que este bien hecho, podremos servirlo y comerlo. Comprobaremos que tiene una textura muy suave y está delicioso.