El Universo está repleto de cosas realmente extravagantes, curiosas, muchas de las cuales han sido y son fuente de inspiración para numerosos escritores de ciencia ficción.
Es difícil comprender muchos de los conceptos del espacio exterior, porque son totalmente distintos a lo que conocemos de la vida en nuestro planeta. Cuanto más aprendemos menos sabemos y sin embargo, eso es precisamente lo que nos empuja a continuar explorando la vida.
Por increíble que parezca, los astrónomos han encontrado infinidad de objetos curiosos en el Universo que parecen sacados de la imaginación, pero que son reales.
Entre ellos, nuestros científicos han podido descubrir
La mayor destilería que podamos imaginar
Parece ser que no sólo el ser humano es capaz de generar alcohol etílico. El universo también sabe hacerlo.
Por increíble que parezca existen unas extrañas nubes que se han localizado en nuestro misterioso universo compuestas por alcohol etílico, el alcohol que nosotros bebemos por ejemplo, en la cerveza.
La idea de que pueda existir una inmensa destilería cósmica resulta bastante peculiar, sobre todo si tenemos en cuenta las teorías que afirman que el Universo se expande cada vez más deprisa y que ya se estima que mida 150 mil millones de años luz aproximadamente.
Desde luego se podría crear el mayor negocio jamás conocido, pues el etanol, popularmente llamado alcohol etílico, no sólo se usa para crear bebidas que embriaguen, sino que tiene otros muchos usos.
Por ejemplo, se usa en la industria química como disolvente para pinturas o pegamentos, llamado acetato de etilio, diluido en agua, también como anticongelante o desinfectante. Para que el etileno constituya una sustancia con un poderoso poder bactericida ha de estar al menos 70%.
El etileno también ha llegado a los hogares como combustible doméstico sin embargo es una sustancia tóxica que afecta al sistema nervioso central y a nuestra capacidad cognitiva.
Aún así, su distribución en forma de bebida es muy exitosa constituyendo un negocio que genera más de 230.000 millones de dólares.
¿Os imagináis si alguna de las macro empresas del mundo decidiera beneficiarse de esta gran destilería Cósmica? Desde luego, necesitarían investigar nuevos usos u orientarlos hacia la industria de combustibles para rentabilizarlo y promocionar que se garantice con mayor rigurosidad el protocolo de Kioto, porque la cantidad de etileno que se crea en nuestro universo cuesta de concebir.
Pensemos que estas nubes moleculares gigantes son enormes complejos de gas y polvo, algunas de ellas tienen el tamaño de nuestro sistema solar y otras, incluso, lo rebasan por mil veces. Sus núcleos densos y de proporciones considerables permiten la formación de moléculas complejas que pueden producir un cóctel cósmico.
Si en una fábrica de cerveza se utiliza la cebada, el agua y la levadura para producir alcohol, en esta nube gigante, moléculas simples como el hidrógeno molecular, el agua y el dióxido de carbono se unen con el polvo y reaccionan químicamente para formar moléculas complejas como el alcohol etílico.
Cuando los granos de polvo se desplazan hacia el centro de la nube molecular comienzan a acercarse a la estrella central que se está formando en su núcleo.
Eso hace que se calienten, probablemente lo suficiente como para evaporar algunas de las moléculas complejas como el etileno, que acaban en el espacio interestelar.
Al igual que en una fábrica de cerveza, los granos de polvo de las nubes moleculares interestelares son lugares de reunión donde las moléculas solitarias pueden formar moléculas más complejas.
La primera nube de alcohol fue descubierta en 1975.
Desde entonces se han observado muchas otras nubes de este tipo. Cabe matizar que además de etileno en los análisis obtenidos también se ha encontrado cianuro de hidrógeno, monóxido de carbono, dióxido de carbono, amoníaco y otras sustancias químicas altamente tóxicas.
Por lo que pensar en aprovechar este recursos que brinda el universo, no sólo es altamente costoso, pues salir al espacio no es sencillo y requiere de una infrestructura concreta, sino que además es altamente peligroso.
Un dato que nos sorprende y que nos alimenta una gran pregunta es que si estas ebrias nubes que se desplazan a la deriva por el universo logran formar con el tiempo múltiples sistemas estelares y planetas, ¿Serán parte implicada en el nacimiento de la vida orgánica?