Hace ya 30 años, en 1988, cuando las primeras mujeres militares ingresaron en los Ejércitos de España. De unos inicios titubeantes, anecdóticos y casi testimoniales se ha pasado a una integración total en la estructura de las FAS y una incorporación a toda clase de destinos, Misiones y puestos cumpliendo a un nivel igual que el de sus compañeros varones, lográndose una integración total y cotidiana en la organización de las FAS.
Los inicios
Cuando en 1988 la legislación permitió la entrada de la Mujer en las FAS de las primeras 289 aspirantes solo 14 lograron el ingreso en las FAS solo a plazas de los cuerpos comunes (sanidad, jurídico, administración y música) y a las unidades de ingenieros, justo al año siguiente se permitía el ingreso en academias militares lo que facultaba formar oficiales y acceso a toda clase de unidades pero no a todos los destinos, unidades de élite y submarinos estaban vedados.
Con todo la integración continuó con cierta normalidad paulatinamente superando tópicos, incomprensiones, desprecios, arrogancias y maledicencias hasta que en 1999 todos los vetos fueron levantados entrando las mujeres a cualquier unidad de las FAS sin más cortapisa que la capacitación física e intelectual para el puesto en cuestión, la misma dificultad que afecta a sus compañeros varones. Dicho de otro modo demostrar que se vale para el puesto independientemente de tu sexo.
Así desde 2011 la ley garantiza que no puede haber la menor discriminación en la equiparación de hombres y mujeres en sus carreras militares. Aunque en la actualidad ese no es el problema que afecta a la mujer en las FAS sino un problema común a toda la sociedad y que se da en cualquier empresa civil que es el acoso sexual, este se da en todas las profesiones y la militar no iba a ser una excepción, para combatirlo se ha creado una figura específica en el régimen disciplinario aunque un cambio social de mentalidad en toda la sociedad frente al acoso sexual será más útil contra este que cualquier legislación.
Los números
Aunque frías las estadísticas de la mujer en las FAS son bastante positivas pues hoy son 15.241 los efectivos femeninos en las FAS, o sea un 12,7% frente al 10,9% de media en la OTAN. La tropa acapara la mayoría de plazas, 82%, con sendos 9% en las escalas de oficiales y suboficiales. Esta proporción de integración es análoga en las unidades operativas pues son mujeres las que acaparan el 11% de destinos en brigadas del ET, buques y submarinos de la Armada e Infantería de Marina y Alas del Ejército del Aire.
Con destinos que van hasta de conductor de carros de combate, infante, tirador de élite, piloto de caza, paracaidista, etc.
La graduación mayor alcanzada hasta hoy es la de coronel en la persona de la coronel Patricia Ortega García, primera promoción femenina del 88 y que muy probablemente alcance la graduación de general cuando la promoción de ese año alcance la escala del generalato en unos pocos años.
Hoy sus miembros mujeres y varones están en los empleos de comandante, teniente coronel y coronel.
Aunque hay muchos puestos destacados ostentados por mujeres hay unos que han tenido trascendencia publica como que una teniente coronel mande el grupo de artillería de la Brigada "Guadarrama" XII, varias sean pilotos de caza y pilotos de la Patrulla Águila y profesoras en la Academia General del Aire, AGA, o que una teniente coronel médico mande la Unidad Medica Aérea de Apoyo al Despliegue, UMAAD, que despliega en misiones en zona de combate.
El homenaje
Fue el CESEDEN el lugar elegido para homenajear este 30 aniversario de la mujer en las FAS con presencia de la Ministra de Defensa y de una multitud de personal femenino en las FAS.
Lo más destacable de esta celebración fueron los testimonios de las militares invitadas que relataron sus experiencias en las distintas graduaciones.
Ya como tropa, una cabo primero de la Armada que contó sus experiencias en diferentes fragatas de la Armada así como sus acciones de combate contra la piratería. Suboficiales con una sargento primero experta en armamento aire-aire y encargada de armar los cazas F-18 para la acción.
Oficiales. Una teniente coronel médico que relató toda clase de vivencias de vida militar, anécdotas algunas divertidas que levantaron las risas de los asistentes como las de su paso por las tres academias militares y la emoción como cuando relató que curó en Iraq a milicianos iraquíes heridos en combate por nuestros legionarios.
Pero fue la coronel Ortega la que puso en pie al público al exponer verdades como puños como: "Gracias a los que nos marginaron, pues nos hicieron más fuertes y capaces, gracias a quienes nos ningunearon pues nos hicieron más valiosas y gracias a quienes no creían en nosotras pues les demostramos que podemos ser mejores que los hombres".