Por encima de la inmediatez que vemos en el cine, donde la acción nos invita a pensar que procesos que duran en realidad semanas ocurren al minuto, la planificación estratégica sobre el futuro de los ejércitos lleva un proceso muy lento y elaborado que se prolonga durante años: se aportan ideas, se planifican ensayos, se valora experiencia propia y de otras naciones, se prueba doctrina en ejercicios y maniobras y solo tras un proceso de desarrollo concienzudo y pormenorizado se obtiene tras bastante tiempo una conclusión que es la que se aplica.

Desde modo el ET está planificando su futuro a un horizonte de 18 años vista con una fecha límite, el 2035. Hasta la que ensayará y madurará cual será la realidad del Ejercito Español de mediados del siglo XXI, su organización y que armamento, equipo, entidad, número y organización orgánica tendrán los ejércitos españoles en aquellas fechas.

Brigada 35

No hace ni dos años cuando el ET culminó su última reorganización interna pasando de disponer de Brigadas especializadas cada una en un modo particular de combate a otra organización basada en las Brigadas Orgánicas Polivalentes, BOP, pasando el total de las brigadas del ejército de trece a once siendo todas ellas polivalentes, esto es que por su composición pueden actuar en cualquier entorno y terreno ya sea contra un enemigo convencional o irregular en escenarios ya sean híbridos, asimétricos o convencionales.

Independientemente o no de lo afortunado de la medida y si hubiera sido conveniente mantener algunas brigadas como especializadas y transformar otras a polivalentes, se calcula que para el 2035 la organización polivalente se dará por superada siendo para entonces necesario de disponer de un nuevo tipo de gran unidad diferente, constituida de otra manera y con otras capacidades.

Suponiendo que para entonces sea la brigada la gran unidad en torno a las que se organizan los ejércitos occidentales.

Ensayar modelos

Por ello a finales de este año, en torno a noviembre, empezarán una serie de ejercicios que acometerá la Brigada Legionaria, BRILEG, "Rey Alfonso XIII" en el campo de maniobras de Álvarez de Sotomayor en Almería para perfilar el tipo de unidad que habría que tener para 2035, para ello se contará con los modelos de vehículos acorazados 8x8 que optan a remplazar a los míticos BMR y TOA M-113.

Un modelo de los cinco prototipos que se esperan será el elegido tras un proceso de selección muy exigente y será el que dote a las brigadas como vehículo de combate principal y se empleará tanto para enviar tropas al campo de batalla armado con ametralladoras pesadas, cañones ligeros, plataformas lanzamisiles, evacuación de heridos, zapadores, etc.

Ya sabiéndose el nuevo modelo de 8x8 toda la doctrina operativa se organizaría en torno a él y como sería su manejo más adecuado y eficiente y es con esa primera base con la que se contaría para organizar las futuras brigadas 35, con ello ya perfilado se contaría con otros añadidos como la artillería, carros de combate y helicópteros por ello solo tras mucha experimentación se tendría para 2035 el modelo operativo que seria el más eficaz para ese futuro a medio plazo.

El entorno operativo

Para esta visión hay que contar con el factor sociológico de la guerra actual. Los conflictos actuales afectan de lleno a la población, ocurren en medio de la gente, en ciudades y en plena calle con un coste humano sobrecogedor y delante de los medios de comunicación para los cuales informar de tragedias y de desgracias de los conflictos se ha vuelto una rutina. Por ello toda la acción militar tiene que venir acompañada de una cooperación continua entre los ejércitos y los medios de comunicación los cuales se convierten en el mejor altavoz que tiene la milicia para demostrar los porqués y el valor de su actividad en operaciones y más si son en el exterior.

Por tanto la actuación del ejército del futuro vendrá acompañada de una fuerte cobertura informativa y más en las misiones internacionales que seguirán siendo la principal tarea del ET y en donde se harán más esfuerzos en operatividad.

La subida presupuestaria de un 1,58% del PIB en siete años, con el horizonte del 2% a largo plazo, favorecerá la renovación de armamento y equipo y tendrá que afrontar un tema muy acuciante socialmente que es la salida de las FAS del personal de tropa que cumple 45 años, problema que deja a muchos experimentados veteranos con serios problemas de subsistencia en la vida civil, sin que haya aún una solución eficiente a esta problemática.

El 2035 es hoy un horizonte a distancia y solo el tiempo y los hechos certificarán cual será el resultado visto a este futuro del Ejército de Tierra.