Caminar es uno de los ejercicios más saludables que podemos realizar, además de ser una actividad relajante que nos ayuda a combatir el estrés y nos sale ciertamente rentable, dado que es completamente gratis. Las ventajas que nos brinda salir a caminar son muchas, siempre y cuando mantengamos la periodicidad y no sólo salgamos de vez en cuando. Pero, ¿cuáles son los beneficios reales que se obtienen de caminar diariamente?

Beneficios de caminar 30 minutos

Todos los estudios científicos realizados por las universidades más prestigiosas de todo el mundo son concluyentes al respecto y arrojan toda una serie de beneficios que se desprenden de caminar 30 minutos diarios o más.

Caminar 30 minutos a ritmo ligero reduce en un 30% el riesgo de sufrir un infarto y de accidente cerebrovascular.

Andar media hora todos los días fortalece el sistema inmunológico y evita gripes y resfriados en invierno. Caminar diariamente por 30 minutos favorece el funcionamiento de las articulaciones y combate el dolor provocado por la artritis. Conlleva un efecto protector del tobillo, la cadera y las rodillas, cuyas articulaciones son las más propensas a acusar osteoartritis. También se lubrican los ligamentos asociados al efecto del movimiento al caminar.

Ventajas de andar 45 minutos

Según un estudio realizado por la Sociedad Americana del Cáncer, las mujeres que caminan 7 horas a la semana tienen un 14% menos de probabilidad de sufrir cáncer de mama en relación a las que lo hacen tan sólo por 3 horas semanales o menos.

Caminar a paso ligero durante 45 minutos ayuda a quemar grasa y estabiliza el metabolismo. Andar todos los días 45 minutos es una fórmula ideal para combatir el sobrepeso y la obesidad. Caminar a buen ritmo durante 45 minutos diarios previene la aparición de diabetes [VIDEO] del tipo 2.

¿Cuál es el tiempo mínimo que debemos caminar?

Si no estamos acostumbrados a andar todos los días o nuestra capacidad física no es aún lo suficientemente alta, lo ideal es caminar 30 minutos al día (o un mínimo de 20) durante 5 días a la semana. Según un estudio realizado en personas mayores y publicado por el American Journal of Preventine Medicine, caminar durante 2,5 horas a la semana disminuye el riesgo de mortalidad en un 20%.

En cualquier caso, los especialistas cuestionan las recomendaciones de las guías de salud y bienestar, que suelen poner en valor el tiempo de ejercicio en lugar del número de pasos. No obstante, se tiende a pensar que 10.000 pasos diarios son el objetivo ideal para cuidar nuestra salud. Sin embargo, este concepto no es tampoco muy científico, pues tan importante como la distancia son las condiciones en que se encuentra el caminante que la realiza.

¿Merece la pena el uso del pulsómetro?

Utilizar un pulsómetro o pulsera de actividad puede ofrecernos algunas ventajas añadidas. Aportarnos datos en tiempo real sobre el ejercicio que estamos realizando, de forma que podamos regular adecuadamente la intensidad; aumentándola si nos estamos relajando, o disminuyéndola si nos estamos pasando.

Esto nos ayuda a conseguir los objetivos marcados de forma segura y equilibrada.

Nos permite conocer si estamos trabajando en la zona de quema de grasa o si, por el contrario, estamos utilizando el glucógeno hepático y/o muscular en lugar de la grasa como combustible. Nos da indicaciones sobre las calorías consumidas de forma precisa, pues hoy en día los pulsómetros tienen en cuenta la intensidad relativa del ejercicio, así como nuestras características físicas específicas. Nos ayuda a motivarnos, dado que podemos registrar todo el esfuerzo que hemos hecho, lo cual repercute en la adherencia; es decir, nuestra capacidad para mantener la constancia y la regularidad.

Todo esto no quiere decir que tengamos necesariamente que comprarnos un pulsómetro para percibir nuestro progreso y los beneficios de caminar 30 minutos diarios.

De hecho, nuestro propio instinto es un buen indicador de si estamos forzando o si podemos hacer más. Poco a poco, notaremos que nuestro cuerpo nos pide más cada día y también cuándo debemos parar y tomarnos un tiempo de descanso. Existen técnicas que nos permiten conocer las pulsaciones, como son la utilización de los dedos en el cuello o la muñeca, o la Escala de Borg, que se sirve de la sensación subjetiva para tener una aproximación bastante eficaz de nuestro nivel de intensidad en un rango que va del 1 al 10. Sea como fuere, y salvo fuerza mayor, no hay excusas para no caminar 30 minutos o más cada día.