Conocido desde el año 400 aC, los beneficios del consumo de fibra alimentaria se han estudiado más a fondo en las últimas décadas. Sin embargo, esta fracción alimentaria todavía no recibe la debida atención y muchas veces se deja de lado a la hora de las comidas. Sólo a partir de la década de 1930, los primeros estudios sobre fibras alimentarias se realizaron, constatando su importancia en el tratamiento del estreñimiento intestinal.
A partir de 1970, observaciones clínicas y epidemiológicas destacaron que en dietas pobres en fibra alimentaria había una incidencia mayor de enfermedades cardiovasculares, cáncer de colon y diabetes. Además, los mecanismos de actuación de las fibras en las funciones gastrointestinales, evitando la constipación intestinal, fueron definidos por los investigadores.
En los años 70, las investigaciones realizadas en África por los doctores Dr. Dennis Burkitt y el Dr. Hugh Trowell Inglés observaron que la dieta africana se basa en alimentos ricos en fibra, alcanzando un promedio de 150 g / día, y que, en consecuencia, enfermedades como el estreñimiento, diverticulitis, diverticulosa, hemorroides y cáncer de colon eran prácticamente inexistentes.
Clasificación y actuación de las fibras
Las fibras se clasifican en solubles e insolubles, y actúan de la siguiente forma:
- Soluble: Se reducen la absorción de la glucosa y las grasas aumentando la viscosidad del contenido de los alimentos presentes en el sistema digestivo, frenando así el vaciado gástrico y el tránsito intestinal. Además, estudios también muestran la relación de esa fibra con el control del apetito, punto importante en el mantenimiento del peso y adelgazamiento sano. Se encuentran en frutas, verduras, cereales y leguminosas.
- Insoluble: Derivado nueces y semillas principalmente comestibles, aumentan estreñimiento heces y mejorar la absorción de agua y retardo en el tránsito intestinal.
Están presentes en pequeñas cantidades en la dieta. Se encuentran en hortalizas, cáscaras de fruta y cereales integrales.
Fibras y adelgazamiento
Sabemos que la adopción de hábitos saludables en concomitancia con una dieta rica en fibra es lo que hace la diferencia. La actividad física aumenta el metabolismo y quemar grasa corporal, esta dieta asociada con una alta fidelidad (alto contenido de fibra) trae beneficios duraderos para el cuerpo humano.
Las investigaciones apuntan que el aumento de la ingestión de fibras en la dieta causa una reducción de hasta 10% en la ingesta calórica diaria; haciendo las cuentas, representa una disminución de hasta 2 kg en menos de 4 meses.