El Gobierno brasileño anunció haber adoptado más medidas de asistencia social a inmigrantes venezolanos y de seguridad para las poblaciones locales de la frontera entre los dos países, ascendiendo a 43 millones de euros (200 millones de reales).
Gobierno aplicará nuevas medidas de protección
Posterior a la reunión del domingo, el presidente de Brasil, Michel Temer, junto con varios ministros y miembros de las distintas oficinas, hicieron una declaración en la cual aseguran que "aplicarán un seguimiento adecuado, ademas del envío de refuerzos a la seguridad fonteriza, así como la construcción de 10 instalaciones (más dos que están casi concluidas) que alberguen, temporalmente a los venezolanos y la interiorización de los migrantes hacia otros estados ".
Cabe destacar que luego de los disturbios presentados en el campamento improvisado de venezolanos, funcionarios del gobierno de Venezuela han pedido al gobierno de Brasil garantizar el respeto y la integridad a sus ciudadanos.
Migración, producto de crisis venezolana
Debido a la crisis económica, social y política en la vecina Venezuela, Brasil ha recibido miles de personas en busca de mejores condiciones de vida y ya se han registrado enfrentamientos entre habitantes de la ciudad fronteriza de Pacaraima, con una población de cerca de 12.000 personas, y migrantes que están en campamentos en esa localidad.
El ejecutivo brasileño anunció que va a construir un nuevo centro de acogida en el Estado de Roraima (norte), una de las puertas de entrada del éxodo venezolano y que va a enviar un contingente de 120 elementos de las Fuerzas Armadas para reforzar la seguridad en la región.
Otras medidas serán el traslado al lugar de 36 voluntarios del área de la salud para prestar cuidados a los inmigrantes originarios de Venezuela.
Las protestas de brasileños contra los campamentos improvisados, que incluyeron el incendio de bienes personales de los inmigrantes, provocaron ya el abandono del país por parte de cerca de 1.200 venezolanos, según el Ejército de Brasil.
Hasta ahora, cerca de 800 migrantes venezolanos fueron desplazados a otras ciudades brasileñas como São Paulo, Brasilia o Río de Janeiro, donde que las autoridades de Brasil estiman que han entrado 50.000 venezolanos en el país en el último año y medio, a un ritmo de 400 personas por día cruzando la frontera entre los dos países sudamericanos.