Es frecuente seguir algún tipo de tratamiento farmacológico por problemas más o menos importantes, pero en cualquier caso conviene, además de seguirlos correctamente, conseguir, por medio de la alimentación, potenciar al máximo su efecto, de modo que el tratamiento consiga mejores resultados.

Hierro: mejor con zumo de naranja

Nos sorprendería comprobar la cantidad de personas que precisan tratamientos con Hierro. En España casi el 20% de las mujeres en edad fértil sufren la llamada anemia subclínica, es decir, rozan las cantidades normales de hierro en la sangre, pero por su sintomatología necesitan un mayor aporte.

Además, las anemias ferropénicas (por falta de hierro) precisan de un tratamiento con este elemento. A veces se presenta este problema después de haber llevado una dieta de adelgazamiento muy drástica y sin demasiado control.

Recientes estudios han demostrado que, si el tratamiento con hierro es acompañado de una serie de medidas nutricionales, la mejoría es mucho más evidente y rápida; así saldremos antes de esa sensación de melancolía y cansancio que suele provocar la anemia. Se ha visto que la absorción de hierro se ve muy aumentada en la presencia de vitamina C. si se está siguiendo un tratamiento con hierro nos interesa potenciarlo con la dieta, haciendo que aporte más del mineral y de las vitaminas C y B para conseguir que el efecto sea mayor y la mejoría sea más rápida, además de esta manera cuando acabe el tratamiento se evitan recaídas.

Haciendo varias combinaciones con alimentos que contengan vitaminas C y varios del grupo B, se consigue estar en plena forma y no volver a caer en problemas relacionados con el hierro.

Vitamina B: con verduras

El complejo vitamínico B está compuesto por las vitaminas B1, B2, B6, B12 y, a veces, el ácido fólico, estas vitaminas son fundamentales para mantener en mejor estado posible nuestro sistema nervioso central, ayudan a superar el síndrome premenstrual, en el que el gasto de vitamina B se incrementa enormemente.

Las mujeres, en general, necesitan de vitamina B, para evitar la retención hídrica y los cambios de estado de ánimo y humor tan típicos en los periodos premenstruales.

La vitamina B se suele necesitar tanto cuando hay problemas neurológicos, como en caso de anemia –asociada al hierro– consiguiéndose con ello excelentes resultados, por lo que, si a la mediación adecuada añadimos una dieta rica en esta vitamina, los resultados serán más rápidos y evidentes, será necesario un periodo de tratamiento menor.

Calcio: hay que hacer ejercicio

Hay épocas de la vida en que el calcio es fundamental, necesitándose un aporte mayor al habitual. Estas son la adolescencia y los momentos de mayor y más rápido crecimiento, el embarazo y la lactancia, la menopausia y la edad avanzada. El calcio es fundamental para tener una correcta osificación (huesos resistentes) además de intervenir en la transmisión nerviosa, por eso a veces cuando nos falta calcio tenemos movimientos involuntarios de parpados, dedos, piernas… cualquier tratamiento con calcio suele estar bastante prolongado, pues hay que conseguir un adecuado nivel de sangre y su fijación a las zonas óseas que lo precisen.

Para que el calcio sea perfectamente utilizado es necesaria la presencia de vitamina D y de sal.

Esto es porque la vitamina D (también llamada antirraquítica) se activa por el sol, pasando de la fase de provitamina a la de vitamina activa, y así hace que el calcio se fije en las zonas óseas que la precisen. Es conveniente hacer ejercicio, dormir al menos 8 horas diarias –al dormir es cuando la hormona del crecimiento entra en función y el calcio se fija–, tomar bastante sol para activar la vitamina D y así es como una optimiza la función de la otra.

La falta de calcio en los huesos, y por lo tanto su fragilidad, es lo que conocemos como osteoporosis. El alimento más rico en calcio y más completo, para aportar al tiempo vitamina D, es, sin duda alguna la leche y sus derivados. Los adolescentes deben tomarla ya que están en constante crecimiento eso ayuda a un crecimiento óptimo.

En el caso de las embarazadas el calcio es primordial en la creación del nuevo ser y luego a la hora de la lactancia fortalece al bebé en su crecimiento.

Fibra: con agua en abundancia

La ingesta de fibra debe ir siempre unida a la de agua, pues las heces la necesitan para tener una consistencia adecuada, y si no la tomamos tenderán a extraerla de tejidos cercanos, pudiendo provocar problemas.

Se ha comprobado que la fibra es muy útil en problemas de estreñimiento pertinaz, colon espástico o colon irritable y quizás lo llamativo es que la fibra se asocia con una menor incidencia de cáncer de colon. También es muy importante para las personas diabéticas, pues ayuda a tener un correcto control de la glucemia.