Para cuidar nuestro corazón, es imprescindible cuidar nuestro estilo de vida y la dieta, por lo que es sumamente importante que evitemos las comidas muy saladas, condimentadas en exceso o muy dulces, así como también reducir o incluso eliminar el consumo de alcohol y tabaco.

Desafortunadamente, las enfermedades cardiovasculares siguen siendo una de las principales causas de mortalidad en el mundo. Para mantener nuestro corazón sano, es de crucial y vital importancia nuestra colaboración; y es que todo se basa en adoptar hábitos de vida saludables.

Te aconsejamos...

  • Evita las grasas de origen animal: Debes controlar su consumo. Las grasas son necesarias para el organismo, siempre y cuando sea en una medida adecuada y elijamos siempre las que son saludables, como aquellas de origen vegetal. La leche y sus derivados, sobretodo aquellos sin descremar, las grasas de los embutidos, las frituras, entre otros; son las que más enfermedades cardíacas pueden provocarnos.
  • Reduce el nivel de estrés: Lo que te preocupa, los enojos, angustias y toda situación que te cause estrés produce un aumento considerable de la presión arterial, lo que puede causarnos graves consecuencias.
  • Mantente bajo supervisión médica: Visita al especialista al menos una vez al año; es esencial realizar algunos análisis periódicos para conocer el estado en que se encuentra nuestro corazón.
  • Realiza ejercicio físico: Que la lluvia, horario de trabajo o incluso la rutina diaria no sean la excusa perfecta para no ejercitarte. Puedes asistir a un gimnasio en caso de cambios climáticos, y si te encuentras en tu oficina, puedes subir o bajar las escaleras en lugar de usar el ascensor. Es una cuestión de querer hacerlo.
  • Consigue un peso corporal sano: Recuerda que la obesidad y el sobrepeso son consecuencias graves de no cumplir con una dieta balanceada y de no ejercitarte. Ambas condiciones le exigen a nuestro corazón trabajar el doble, aumentando los problemas o los riesgos cardíacos.

Es importante...

Que tengamos en cuenta que es momento de tomar consciencia de la alimentación que llevamos, el aporte de calorías de nuestra nutrición y el tamaño de las raciones que normalmente consumimos.

Aun cuando existen ritmos de vida bastante ajetreados e incluso unos muy sedentarios, puedes organizar tu día o agenda y darle un tiempo al cuidado de tu salud poniendo en práctica actividades deportivas y moderando aquellas como sentarnos por horas a mirar el televisor o nuestros dispositivos electrónicos. Solo de nosotros depende nuestra salud, la solución y prevención esta en nuestras manos.