Que leer es bueno eso es algo que ya sabemos de hace tiempo pero ahora se sabe que incluso hace que seamos mejores personas...

Cuando leemos Libros descubrimos nuevos mundos, podemos observar los hechos desde otros puntos de vista, vivimos situaciones inusuales, de alguna forma indirecta aumenta nuestro conocimiento de la vida. Es más, muchas veces los personajes de las historias que leemos pasan a formar parte de nuestras vidas de algún modo u otro. Varios estudios científicos han demostrado que la lectura "afecta" a nuestra forma de pensar y a nuestra conducta, incluso influye en las respuestas que damos a todos los niveles en el día a día.

Por eso se insiste en la importancia de lo que leemos y de lo que elegimos para que otros lean, como por ejemplo nuestros hijos o profesores de las escuelas.

La lectura cambia la estructura de nuestro cerebro

Un estudio publicado en la revista Brain Conectividad explica que leer aumenta la conectividad de las diferentes áreas del cerebro, en las que se incluyen aquellas zonas asociadas con el procesamiento lingüístico y la respuesta sensorial primaria (la que ayuda a comprender y visualizar el movimiento). Lo interesante es que esta activación no se queda sólo en eso, concluye el libro, según el neurólogo Gregory Berns, esta activación se mantiene "casi como una memoria muscular".

Es decir, los beneficios se mantienen durante un tiempo.

Leer con regularidad cuentos de hadas, novelas e historias de amor o de aventuras nos va bien para nuestra salud emocional.

Los efectos no se producen sólo en el cerebro

La lectura permite una especie de simulación de experiencias sociales. Cuanto más 'metidos en la historia' nos encontramos, más empatizamos con ella. Un estudio de la Universidad del Sur de California, publicado en Human Brain Mapping, confirma que la lectura de libros es una experiencia universal que puede provocar una mayor empatía hacia los demás, sin importar las diferencias culturales y sociales.

Es importante porque decir que produce más empatía significa también más creatividad, conductas prosociales y de cooperación. Y no sólo sobre los sentimientos de otras personas, sino también sobre el reconocimiento y la comprensión de sus señales emocionales.

No son sólo las historias que leemos (y la calidad de las mismas en términos de Psicología constructiva y de los valores que transmiten los personajes) las que marcan la diferencia.

También es fundamental el 'medio', es decir, la forma como recibimos estas historias. Por ejemplo, si se trata de libros éstos actúan positivamente sobre nuestra conducta pero con la televisión el resultado se invierte. Sobre todo en los niños.

De acuerdo con un estudio publicado en el Journal of Communication, los niños en edad preescolar que ven mucha televisión - o incluso los que tienen una televisión en su habitación - presentan una menor comprensión de las creencias, pensamientos y deseos de otras personas y, en general, tienen dificultades en el desarrollo cognitivo y las habilidades sociales. Este efecto negativo se reduce si lo que han visto en la pequeña pantalla se convierte en el tema de diálogo e interacción constructiva con sus padres.

Así que, ¿por qué no apagar un rato la televisión y coger un buen libro para leer?...

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