La Armada Española se ha apuntado un nuevo éxito en la lucha contra la piratería con una nueva intervención de rescate a un buque secuestrado. La acción ha sido protagonizada de nuevo por el patrullero "Serviola" que, en su misión en el Golfo de Guinea, suma al rescate de un mercante ligero el pasado 10 de abril este nuevo triunfo liberando el mercante maltés "Blue Marlin", con la colaboración de la Armada Guineana, en que 20 marineros han sido liberados y los piratas se han dado a la fuga antes de la llegada de las unidades militares.

Primera alarma. "Nos están abordando"

La tarde del domingo cinco de mayo, en el canal internacional de emergencias navales, se recibe una llamada del carguero con bandera de Malta "Blue Marlin" en que se informaba que estaba siendo asaltados por una embarcación pirata que les hacia fuego de armas ligeras desde una lancha, el capitán anunciaba que la tripulación se iba a ocultar en la "habitación del pánico" del mercante.

La alarma era recogida por el patrullero "Serviola" que, continuando la misión de Seguridad Cooperativa en el Golfo de Guinea, instruía a la fragata guineana "Wele Nzas" en tareas de lucha contra la piratería, ambos buques en patrulla al oeste de Malabo acudieron a toda máquina al punto de la emergencia.

Asedio a la "habitación del pánico"

Mientras tanto, un grupo de siete piratas armados se ha adueñado del mercante maltés pero al estar la tripulación, 20 efectivos, a salvo en la "habitación del pánico" y poder controlarse el barco y sus comunicaciones desde allí ese abordaje no les sirve de nada, pues aunque ocupen el carguero no tienen su control, no pueden amenazar a rehenes ni controlar sus comunicaciones, los secuestradores exigen por la megafonía del barco que la tripulación salga de la "ciudadela" y les entregue el dinero que tengan, los tripulantes se niegan.

Totalmente frustrados, los piratas logran abrir un orificio en la puerta de la "habitación del pánico" y disparan a través de él, pero no logran herir a nadie y los marineros encerrados no ceden.

El rescate

Es el amanecer del día seis cuando a toda maquina el "Serviola" y el "Wele Nzas" alcanzan al "Blue Marlin", usando lanchas RHIB el equipo de seguridad de infantes de marina del “Serviola” se acerca a la banda de babor del mercante y los infantes de marina lo abordan armas en ristre desplegándose simultáneamente hacia la proa y popa del carguero.

Se encuentran el barco desierto, no hay rastro de los piratas que evidentemente se han dado a la fuga usando la noche al advertir que unidades navales se acercaban a su posición, se comunica por radio a los tripulantes que el mercante es seguro y pueden abandonar la ciudadela, aliviados los 20 tripulantes salen de su refugio e informan que no lo han abandonado antes por no tener la certeza sí los piratas habían abandonado el barco.

La resolución del suceso

Una pequeña dotación de la fragata guineana se suma al registro del barco al haberse producido el asalto en sus aguas territoriales y certifica la legalidad de la situación y las denuncias por asalto de la tripulación. Después el "Blue Marlin" pone rumbo a Malabo escoltado por la "Wele Nzas" mientras el "Serviola" continua con la misión de patrulla en la zona, se especula que los piratas usan un remolcador robado como buque nodriza y estos todavía andan sueltos.

Análisis de la operación

Desde luego el operativo puede calificarse de éxito dado que los tripulantes en peligro fueron rescatados sanos y salvos y el buque liberado. Pero como en el episodio de abril de nuevo los filibusteros se han dado a la fuga y siguen sueltos con la amenaza que eso conlleva.

Es probable dada la cercanía de ambos sucesos que los piratas pertenezcan a la misma banda y nada hace esperar que no cesen su actividad hasta que no sean capturados, por lo que hasta que esta detención no se produzca todo hace suponer que estos incidentes continúen.

También este suceso demuestra el diferente "modus operandi" de los piratas de la zona del Golfo de Guinea con los de Somalía que combate la Misión Atalanta.

Pues estos se dedican más al secuestro y petición de rescate de los buques que asaltan mientras que en Guinea se dedican al asalto de buques para saquearlos y robar todo lo que sea posible.

En el escenario somalí el triunfo obtenido por la fragata Navarra el pasado 23 de abril ha dado nuevos datos pues se ha certificado que los piratas eran un total de cinco de origen somalí, dos de ellos heridos por enfrentamientos anteriores, que fueron entregados a Seychelles para su procesamiento judicial y que el dhow rescatado provenía de Yemen y se dedicaba a la pesca cuando fue secuestrado y usado como nodriza para los esquifes piratas.