Tiene un índice de tránsito altísimo cada uno de los días del año. A pocos metros del kilómetro cero, la Puerta del Sol, millones de personas enfocan su rumbo hacia la Plaza Mayor cuando visitan Madrid. Un destino fijado por turistas de distintos puntos del planeta por su amplia oferta comercial e historia que cumple este 20 de febrero 34 años desde que fuera declarado monumento histórico artístico en 1985.
Sus distintos nombres
El nombre de la plaza ha variado a lo largo de la historia. Del primigenio nombre de 'Plaza del Arrabal' pasó a llamarse 'Plaza Mayor'. El origen de 'Plaza del Arrabal', al ubicarse ajena al recinto amurallado medieval, data de la constitución del centro de los nuevos barrios conformados por el ensanchamiento de la villa hacia el este durante el reinado de Juan II de Castilla, conocidos como 'el Arrabal'.
Siguiendo el decreto que disponía que todas la plazas mayores de España pasasen a llamarse 'Plaza de la Constitución', modificó su nombre en 1812. Aunque tal denominación duraría únicamente un par de años, hasta 1814, época en la que pasó a llamarse 'Plaza Real'.
Recuperaría el nombre de 'Plaza de la Constitución', no obstante, en distintos períodos posteriores. En primer lugar, de 1820 a 1823, seguidamente de 1833 a 1835 y finalmente de 1840 a 1843.
En 1873, cambió su nombre por 'Plaza de la República' y se retrocedió de nuevo a 'Plaza de la Constitución' con la Restauración de Alfonso XII en 1876, prolongándose hasta la dictadura de Primo de Rivera en 1923. Volvió a llevar estampado el sello de 'Plaza de la Constitución' con la proclamación de la II República y recuperó el nombre popular de 'Plaza Mayor', el cual perdura hasta la actualidad, al finalizar la Guerra Civil española en 1939.
Un rincón emblemático
Desde sus inicios, la Plaza Mayor se erigió en el principal mercado de la villa tanto de alimentación como de otros géneros.
Se convirtió en su día, igualmente, en el escenario de numerosos actos de atención pública como corridas de toros y ejecuciones públicas, implementándose éstas últimas de una forma u otra en función de si la pena era de garrote, de cuchillo o de horca.
Reinando además por 1619 Felipe III, de quien luce una portentosa estatua, el santo patrón de Madrid San Isidro fue beatificado fijando unos festejos que dieron lugar a la inauguración del punto neurálgico de la capital de España.
En los locales comerciales ubicados bajo los soportales de la Plaza Mayor se instalaban los principales gremios y proliferan actualmente los comercios de hostelería acompañados muchos de ellos de terrazas. Además es un espacio muy utilizado para festivales, como los conciertos que se ofrecen gratuitamente para los madrileños durante las fiestas de San Isidro.
En la época navideña y en vísperas durante todos los meses de diciembre, la Plaza Mayor congrega a un extenso número de curiosos por el tradicional mercado navideño, costumbre que se mantiene vigente desde el año 1860. Al igual que se mantiene el mercado de filatelia (colección y clasificación de sellos, sobres y postales) y numismática (estudio y colección de monedas) celebrado todos los domingos y festivos en el turno matinal. 34 años se cumplen hoy y los que quedan por venir.