Corría el minuto 88 cuando Sergio Ramos recibió una tarjeta amarilla por derribar a Kasper Dolberg en un contragolpe prometedor para el Ajax. Lo que fue aparentemente una acción deportiva como cualquier otra, las declaraciones posteriores del capitán del Real Madrid le han puesto en un disparadero donde la UEFA podría encañonar contra él en forma de sanción. De actuar de oficio y corroborar que la cartulina fue efectivamente forzada, Ramos podría perderse la ida de unos hipotéticos cuartos de final de Champions añadido al partido que no disputará en la vuelta de octavos ante el conjunto holandés.

Otros ya fueron castigados

Todo ello por sus palabras en zona mixta tras ser preguntado claramente si había provocado la tarjeta que fueron: "Viendo el resultado te mentiría si dijera que no, es algo que tenía presente". Y es que existen más precedentes donde los futbolistas blancos se han visto involucrados en estas coyunturas. En el mismo escenario y ante el mismo rival precisamente en 2010, el propio Sergio Ramos junto a Xabi Alonso, Jerzy Dudek, Iker Casillas y José Mourinho fueron objeto de sanción por una cadena de consignas del técnico portugués para que el camero y el donostiarra forzaran sus expulsiones.

Además, en la pasada edición de la competición, Dani Carvajal también fue sancionado por provocar una tarjeta demorándose en exceso en un saque de banda.

No ha sido el Real Madrid, no obstante, el único club 'cazado' por la UEFA en la mayor competición continental. El atacante del Oporto, Jesús Corona también fue recientemente sancionado por una tarjeta que el mexicano presumiblemente buscó ante el Schalke 04 y, de esa manera, quedar limpio de cartulinas y garantizar su participación en la eliminatoria ante la Roma.

Jugada que no llegó a buen puerto, ya que Corona tuvo que ausentarse en el encuentro de ida que se disputó el martes en la capital italiana.

No se sabe si actuará la UEFA

Puestos sobre la mesa todos los elementos de juicio, convendría preguntarse qué tiene de perjudicial lo que hizo Sergio Ramos a nivel deportivo e invitar a la UEFA a una reflexión.

Si un futbolista pleno en su facultad de tomar decisiones apuesta por cometer la osadía de prescindir de sus servicios sin poner en peligro la integridad de nadie pensando en un encuentro que se desconoce si a día de hoy tendrá lugar.

Como muchas modalidades de la vida, el fútbol es estrategia y que una de sus piezas por consentimiento propio, y deduciblemente colectivo, escoja apartarse del tablero pensando en que habrá partidas más importantes por venir ni de lejos atenta contra los valores incondicionales del deporte. Todavía queda el encuentro de vuelta y Ramos ha decidido no presentarse para culminar. El año pasado ya vendió cara la piel del oso ante la Juventus y cerca estuvo de llevarse un tirón de orejas.