Estudios recientes han demostrado que la inteligencia emocional es un factor de éxito más preciso que el cociente de inteligencia de una persona. El cociente emocional incluye el 54% de las diversas dimensiones de éxito, es decir, efectividad, relaciones, calidad de vida, salud.
Los niños criados en hogares que aceptan mascotas son emocionalmente inteligentes, así lo revelan las últimas investigaciones. También las mascotas nos benefician al enseñarnos algunas lecciones de vida de inteligencia emocional. Con una mayor inteligencia emocional, obtenemos una personalidad equilibrada y equilibrada.
¿Qué es la inteligencia emocional?
Si todavía no estás seguro del concepto de inteligencia emocional, permíteme que te lo explique. La inteligencia emocional es otra forma de gestionar las emociones en el lugar de trabajo, el hogar y otros entornos sociales y no sociales. Las personas emocionalmente inteligentes saben cómo canalizar mejor sus energías para lograr resultados positivos.
La identificación, la comprensión y las regulaciones de las emociones definen a la inteligencia emocional. Las personas emocionalmente inteligentes dan vibraciones positivas y visiones positivas incluso en la situación más estresante. Ellas entienden cómo manejar situaciones difíciles y cómo crear una salida de ellas.
Las mascotas enseñan lecciones de inteligencia emocional
Aquí hay dos formas simples en que las mascotas nos enseñan a actuar con inteligencia emocional:
EI Lección # 1: Expresan sus emociones:
La identificación y expresión de emociones se consideran una parte esencial de la regulación de las emociones. Los estudios han demostrado que los perros tienen un montón de emociones como el amor, la ira, la culpa, la tristeza, los celos, etc.
Los gatos tienen emociones dominantes como los celos, la ira, el amor, etc.
Debes haber visto cómo tus mascotas expresan abiertamente sus sentimientos. Maullan sobre sus necesidades y ladran hasta que estás convencido. ¿Crees que hay un ego detrás de tales solicitudes continuas? No.
Las mascotas no son egocéntricas por completo; siempre escuchan pacientemente los problemas del dueño.
Pueden sentir nuestros cambios de humor y ajustarse en consecuencia. Por el contrario, un propietario enojado muy probablemente tiene un perro enojado y un dueño feliz tiene uno animado. No solo se conectan con nosotros, sino que nos siguen al imitar nuestras acciones.
Si aprendemos a ser más expresivos sobre los errores que cometimos, los problemas que enfrentamos (y hablar con la persona afectada); podemos sentirnos más contentos y en paz. Las emociones suprimidas solo conducen a malentendidos, negatividad y, en última instancia, depresión. Además, al igual que las mascotas, si comenzamos a escuchar pacientemente lo que otros dicen, se debe cultivar un respeto y un vínculo más profundos entre todos.
Lección EI # 2: Perseverancia y Lealtad
¿Has notado que tu pastor alemán te protege contra extraños y situaciones potencialmente atemorizantes? Así es como las mascotas se quedan pegadas a ti y a tu lado. Te escuchan, se adaptan a tu estado de ánimo, se relacionan con tus emociones y te abrazan por el dolor.
Abrazar a la mascota en tiempos difíciles es relajante. Las mascotas son una gran responsabilidad y exigen tu lealtad para seguir sus rutinas y satisfacer sus necesidades.
Los perros son un reflejo de tus emociones. Una mayor autoconciencia puede desarrollarse en ti, acerca de sus sentimientos si los observa de cerca. La autoconciencia es el primer paso hacia la comprensión de las emociones.
Entre las mascotas, los perros son los compañeros más leales y pacientes que perseveran en los momentos más difíciles. Restauran nuestra creencia en la bondad del mundo. Además, nos enseñan a mantenernos en nuestros sueños más allá de los tiempos más difíciles. Nos enseñan a regular nuestras emociones de una manera positiva y a ser leales a nuestro trabajo, familia y amigos.