Casi todo el mundo conoce este famoso plato de pasta Italiana, aunque hay diversas teorías sobre su origen. Algunos expertos aseguran que estos fueron traídos desde china, llamados originalmente "Jiaozi", por el contrario otros aseguran que son autóctonos de la península. Sea como haya sido este plato ha llegado ya a día de hoy a todo el mundo e incluso se han convertido en una de las comidas más populares en ciertas partes del mundo, como en Argentina.

Ingredientes

Para preparar este delicioso plato necesitaremos.

  • 350 gramos de harina
  • 200 gramos de los siguientes quesos: Emmenthal, parmesano y fresco.
  • 200 gramos de requesón
  • 4 yemas
  • 2 huevos
  • 20 mililitros de vino blanco
  • Especias al gusto, estas pueden ser perejil, canela, nuez moscada, pimienta, orégano y sal.

Preparación

Empezaremos en un bol mezclando toda la harina con tres de las yemas, trabajaremos y la amasaremos hasta tener una masa lo más homogénea posible.

Tras esto procederemos, en un recipiente a parte, a mezclar los cuatro quesos con una yema y un huevo, y en este paso podremos añadir la especias en caso de desearlo. Al amasarlo todo añadiremos el vino blanco y podremos añadir el otro huevo. Finalmente tendremos los quesos ya listos.

Volvemos a tratar con la masa, la cortaremos y la aplanaremos con un rodillo hasta tenerla como una capa, el grosor no tiene que ser preciso, podemos hacerlo a ojo. Utilizando una boquilla, la rellenaremos con los quesos. A continuación iremos colocando poco a poco el queso en distintos montones encima de la masa y la doblaremos y montaremos con los dedos, para luego cortarla con la típica forma de esta pasta. Opcionalmente podemos cerrar con un tenedor los bordes de la pasta para asegurarnos que no se vaya a salir el relleno durante la cocción.

Tras esto procederemos hacer la pasta escaldándola en agua hirviendo. Pondremos una cacerola y cuando esté en ebullición echaremos los raviolis que hemos preparado. Simplemente debemos sumergirlos unos segundos y luego sacarlos y depositarlos en un plato con mantequilla líquida. Echaremos parmesano por encima y decoraremos con hojas de salvia.

En este punto ya podríamos servir la pasta para comer, pero si se desea se puede añadir una salsa por encima a base de nata y jamón serrano por ejemplo, o cecina. También puede añadirse una salsa de queso suave que nos permita de todas formas captar todo el sabor fuerte del relleno que lleva dentro. En definitiva es una receta muy fácil que puede servirse como un delicioso primer plato en casi cualquier situación.