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El jugo de ajo

El zumo de ajo puede no ser agradable para el paladar, pero es rico en sustancias que impiden que las plaquetas se agrupen, lo que disminuye el riesgo de formación de coágulos sanguíneos fatales y ayuda a mejorar la circulación. El ajo también ayuda a prevenir la arteriosclerosis, una de las causas principales de ataques cardíacos y accidentes cerebrovasculares.