El coaching es una práctica que cada vez se está implantando con más fuerza en la sociedad porque ayuda a las personas a sentirse mejor consigo mismas y a ser capaces de crecer a partir de la consecución de logros. En la actualidad existen muchos tipos de coach (entrenadores) que pueden ayudar en distintas facetas de la vida, pero independientemente de en qué aspecto se centren, su sistema de trabajo es similar y aporta una serie de beneficios que pasamos a repasar.

Marcarse objetivos

Un coach ayudará a su coachee (persona que es entrenada) a definir sus prioridades y a partir de ellas a establecer unos objetivos.

Para ello parten de principios racionales y objetivos para que las metas marcadas sean realistas, utilizando una buena planificación que incide en un descenso de los niveles de estrés de sus coachees.

Desarrollar la creatividad

Un coach será capaz de mostrarle a la persona una dimensión más amplia de sus problemas, llevándola a aprender y, a partir de ahí, guiarla para que sea capaz de utilizar su propia creatividad para encontrar soluciones que de otra manera no se le hubieran ocurrido.

Gestionar el cambio

La mayoría de las personas tiene problemas con adaptarse a los cambios, obvian que es una de las condiciones inherentes a la vida. Un buen coach sabe hacer comprender a los individuos que en última instancia ellos mismos son los responsables únicos de las decisiones que toman, lo que les lleva a adaptarse mejor.

Mejorar las relaciones con los demás

Ya sea con la pareja, la familia, los compañeros de trabajo o los amigos, un coach sabe ayudar al individuo a mejorar sus relaciones mediante una mejor gestión de los conflictos a través de la mejora de las habilidades de comunicación.

Realización personal

Ayudar a las personas a ser los propios líderes en sus vidas es una de las funciones más destacadas del coach, lo que se conoce como empoderamiento.

Motivación

La principal función del coach es inducir y animar a la persona para que sea la mejor versión de sí misma, siempre utilizando una perspectiva positiva y alentadora, centrándose en los aciertos y convirtiendo los fracasos en nuevas oportunidades.

Mayor bienestar y autoconocimiento

Por supuesto, el objetivo final es que la persona se conozca mejor a sí misma y sepa aprovechar sus virtudes en la consecución de sus objetivos.

En definitiva, un buen coach hará que la persona a la que entrena alcance un mayor bienestar en su vida que le ayudará a mejorar en todas las facetas, siendo consciente de sus decisiones y actuaciones.