Una crisis personal se da cuando una persona siente que no puede afrontar las situaciones cotidianas o vitales, lo que la lleva a estar desmotivada y sentir que está estancada y no puede avanzar. La ansiedad y la depresión pueden aparecer con motivo de este tipo de crisis, que pueden estar ocasionadas por motivos diversos como cambios drásticos o inesperados (la muerte de un ser querido, por ejemplo), por el estrés continuado, por la obligación de tomar decisiones que se han ido postergando o incluso por haber vivido algún tipo de catástrofe o hecho traumático.

El proceso de superación de una crisis personal

Para superar una crisis personal, en primer lugar tendremos que ser conscientes de su causa, debemos saber qué es lo que ha roto nuestro equilibrio: perder el trabajo, la muerte de un ser cercano, etc. Debemos aceptar las emociones y los sentimientos que ese hecho nos causa como algo natural y prestarles atención. A partir de ellas podemos saber que en el fondo cualquier crisis tiene otra cara, que es la de ofrecernos una oportunidad de cambio que puede hacer que salgamos fortalecidos como personas.

La inteligencia emocional es clave para ayudarnos en los momentos de crisis, y aunque podamos, especialmente si creemos que estamos en riesgo de entrar en una depresión pedir ayuda externa, debemos tener claro que somos nosotros mismos quienes lograremos restaurar nuestro equilibrio personal.

Cualquier crisis implica un periodo de cambio

Debemos tener claro que cualquier crisis implica un periodo de cambio en el que escucharse a uno mismo es un punto fundamental. Debemos de cuidarnos y respetar nuestros propios tiempos, asumiendo que a lo mejor nuestras prioridades vitales cambian. Juzgarnos y sentirnos culpables no nos van a ayudar, no ha sido tu elección llegar a ese estado, pero si puede serlo hacer todo lo posible para salir de él fortalecido.

Hablar con personas de tu total confianza que te aporten comprensión sin juzgarte puede servirte de ayuda, eso sí huye de las personas tóxicas. Y si piensas que es lo mejor para ti pide ayuda profesional. También puedes llevar un diario en el que te desahogues y te permitas expresar lo que sientes sin juzgarte.

Haz algo de ejercicio físico, está demostrado científicamente que ayuda a mejorar el estado anímico además del físico.

Aceptar que los periodos de crisis son algo normal que pueden darse en determinados momentos de la vida nos ayudará a aceptarlas mejor, así como a entender que son el proceso previo que nos permitirá avanzar.