En la Unión Europea, la contaminación acústica ocupa el segundo lugar entre todas las formas de agresión medioambiental, detrás solo de la polución atmosférica. El ruido nos enferma y paradójicamente, lo hace de manera silenciosa, sin que nos demos cuenta de ello, puesto que el cuerpo humano reacciona al ruido ambiental incluso mientras dormimos.

Un enemigo invisible

Así como un enemigo invisible que abrazamos en sueños, aumenta nuestros niveles de estrés y tiene efectos tan nocivos como hipertensión, hipotensión, fatiga psíquica, afecciones cardíacas, úlceras estomacales, cambios bioquímicos en el organismo...Una investigación reciente llevada a cabo en el Instituto para la Salud Global de Barcelona (ISGlobal) señala, además, que el ruido del tráfico podría estar asociado con la diabetes y la obesidad de forma directa.

Si el ruido es tóxico y engorda, el silencio es salud

Según las observaciones publicadas por el ISGlobal en Occupational & Environmental Medicine, el ruido constante del tráfico, al producir alteraciones del sueño, afecta también el metabolismo de la glucosa y desregula el apetito, de lo cual resulta un aumento del índice de masa corporal y de los niveles de grasa.

¿No sería este un buen momento para cantar loas al silencio?

En el bestseller Un extraño en el bosque, Michael Finkel cuenta la historia de un hombre que vivió en completa soledad y aislamiento durante 30 años. Pues bien, Finkel asegura que el silencio natural es un estimulante de las funciones cerebrales. Por el contrario, el caos de la vida ciudadana, así como el tiempo que pasamos frente al ordenador o la TV., deterioran lenta pero firmemente “nuestra capacidad de concentración y contemplación”. Por su parte, una bióloga regenerativa de la Universidad de Duke, experimentando con ratones, llegó a la conclusión de que dos horas de silencio absoluto al día provocan el desarrollo celular en el hipocampo, que es la región del cerebro relacionada con la memoria.

Los beneficios del silencio

¿Significa esto que las personas –o mejor dicho, los ratones- que viven en las zonas rurales son más inteligentes que los citadinos, además de estar en mejor forma física? Quién sabe, aunque los expertos aseguran que después de pasar un tiempo en el campo, los sujetos, tanto humanos como roedores, no solo se encuentran más tranquilos, sino que su percepción y memoria crecen, al tiempo que el estrés y la depresión disminuyen notablemente.

La cuestión es que, según todos los investigadores involucrados es necesario que nos tomemos un tiempo cada día para buscar un ambiente relajante y sereno. Ya veremos cómo hacer y dónde encontrar nuestra propia y personalizada versión de un paseo por el bosque, lejos de los bocinazos, los motores, los bombos y platillos de la vida diaria, llenos de ruido.