El término zoonosis se refiere a todas las enfermedades infecciosas comunes al hombre y los animales que pueden transmitirse de manera natural en ambas direcciones.

Las zoonosis emergentes son las enfermedades nuevas que resultan de la evolución de un agente patógeno, que modifica su afinidad hacia nuevos huéspedes, que cambia de vectores, o aumenta su agente patógeno; también se incluyen en esta definición a las enfermedades desconocidas hasta el momento de su primera aparición; los virus de Influenza H5N1y H1N1 causantes de las conocidas fiebre aviar y porcinas, respectivamente, son claros ejemplos de zoonosis emergentes.

Por su parte, las enfermedades reemergentes son aquellas que se consideran controladas o erradicadas de una región específica y manifiestan un aumento considerable en su prevalencia. Un ejemplo de enfermedades zoonóticas reemergentes es la fiebre amarilla en algunas regiones de Sudamérica o la leptospirosis, principalmente en países en vías de desarrollo.

Factores causales

Entre los factores causantes de la propagación de las zoonosis se citan el crecimiento de la población humana, la ocupación de nuevos espacios para urbanización, la cría intensiva de animales y explotación de especies de animales silvestres, el tráfico de poblaciones humanas y animales a través de los países y continentes y el aumento en la comercialización de productos y subproductos de origen animal.

Zoonosis en cifras

Se sabe que 868 agentes patógenos, de los 1415 causantes de enfermedad en humanos, provienen de los animales, lo que representa un 61,6%, y que compartimos 616 patógenos sólo con los animales domésticos. Además de esto, 175 de esos agentes causan zoonosis emergentes, las cuales están estrechamente relacionadas con las actividades humanas y el crecimiento población humana y la globalización, que conllevan a la invasión de espacios naturales, modificación del medio ambiente, comercio de alimentos y tráfico de animales.

Historia de las zoonosis

Desde hace muchos años se ha descrito sobre la capacidad de muchos patógenos de traspasar la barrera interespecífica y cambiar de su reservorio habitual a otros reservorios. El virus de la rabia, la zoonosis más antigua descrita, ha afectado al ser humano desde tiempos remotos, incluso antes de Cristo, y no fue hasta 1885 cuando Louis Pasteur desarrolló la primera vacuna contra este mortal virus.

Recientemente se han descrito algunas enfermedades zoonóticas “nuevas” como son los virus de Hendra y Nipah, agrupados en el género Henipavirus de la familia Paramyxoviridae, los cuales son causantes de enfermedades con sintomatología respiratoria y neurológica en el caballo y el cerdo, respectivamente, y han ocasionado casos mortales en humanos.

Un poco antes de los Henipavirus, fueron descritos los Arenavirus del Nuevo Mundo”, Junin, Machupo y Guanarito, causantes de las fiebres hemorrágicas. Argentina, Boliviana y Venezolana, respectivamente, los cuales son transmitidos por roedores silvestres y se les atribuyen largos periodos de convalecencia y tasas de mortalidad variable.

El panorama no es alentador

La capacidad de mutación de los virus y su tendencia a modificar su afinidad hacia diferentes especies de hospedadores, dejan en claro la adaptabilidad de estos patógenos para infectar al ser humano, lo cual aunado a las actividades propias de la población humana en constante crecimiento parecen ser los principales ingredientes de una posible pandemia de consecuencias catastróficas para la humanidad.