La National Portrait Gallery ha presentado los retratos oficiales del ex presidente Barack Obama y la primera dama Michelle Obama, ambos pintados por artistas afroamericanos, en dos sorprendentes adiciones a la exposición del museo "Presidentes de los Estados Unidos". El 44 ° presidente (Barak Obama) se ve sentado en un sillón de madera que parece estar flotando en medio de una malla de denso follaje y flores en una imagen de Kehinde Wiley. La primera dama (Michelle Obama), pintada sobre un fondo azul claro, apoya la barbilla en una mano y mira al espectador con una curiosa mezcla de confianza y vulnerabilidad en un lienzo de Amy Sherald.

Los artistas, elegidos por los Obama, han combinado la representación tradicional con elementos que subrayan la complejidad de los temas y el hecho histórico de su ascenso político. Ambos pintores han logrado crear imágenes atractivas sin sacrificar aspectos clave de sus estilos de firma.

Kehinde Wiley y Amy Sherald

Wiley, un artista establecido cuyas obras están en manos de destacados museos de todo el mundo, ha producido una superficie característicamente plana, casi pulida, con colores intensamente ricos y un fondo suntuoso que deja claro su interés por el retrato. Sherald, que ganó el premio Outwin Boochever de la National Portrait Gallery en 2016, ha pintado el rostro de Michelle Obama con los tonos grises de una vieja fotografía en blanco y negro, contra un fondo sobrenaturalmente brillante, una técnica que ha utilizado para introducir un sentido elevado de lo surreal de muchas de sus obras.

Ambos artistas también han moderado aspectos de sus estilos habituales para crear obras que enfatizan la dignidad del tema sobre la ironía del artista. Wiley, que ha hecho retratos Michael Jackson y Notorious BIG, a menudo tiende a la elocuencia del retrato histórico, pintando sus temas en poses familiares de obras clásicas Muchos de sus trabajos se relacionan con la cultura del hip-hop y tienen una cualidad homoerótica distintiva.

La importancia de crear retratos afroamericanos

El retrato de Wiley del ex presidente muestra a un hombre serio en un traje oscuro, con una camisa de cuello abierto, sentado con los brazos cruzados y descansando sobre sus rodillas, recuerda el retrato oficial de Robert Anderson en el 2008 de George W. Bush, quien se representó en una pose similar, casual.

Por otro lado, Sherald, que a menudo representa a sus súbditos con algún objeto curiosamente evocador (un grupo de globos o una maqueta) que crea una atmósfera de ensueño, enfatiza lo fantasmagórico en su retrato de Michelle Obama.

Los dos artistas han enfatizado la importancia de crear retratos de afroamericanos que reconfiguren el Arte y el museo de maneras más inclusivas. Dorothy Moss, curadora de pintura y escultura en la National Portrait Gallery, recuerda haber visto a Sherald relacionarse con jóvenes afroamericanas en una charla de la galería. Wiley también se ha centrado durante toda su carrera en insertar las caras y las figuras negras en el contexto tradicional de la élite.