Son muchas las dudas que surgen a raíz de las elecciones del pasado 4 de febrero en Costa Rica, en la que ningún partido obtuvo el 40% mínimo de los votos requerido para resultar ganador, y en esta contienda se demuestra que los partidos tradicionales están quedando en el pasado y cada vez crece más el apoyo hacia nuevos partidos. Como resultado nos lleva a una definitiva y esperada (por la gran cantidad de abstencionismo) segunda ronda electoral.
Partidos que disputan en segunda ronda
Los candidatos que marchan a segunda ronda son Carlos Alvarado del Partido Acción Ciudadana (PAC, partido oficialista), y Fabricio Alvarado del Partido Restauración Nacional (PRN).
El partido Restauración Nacional poseía en el gobierno actual únicamente un diputado, con estas nuevas elecciones llega a la Asamblea Legislativa con 14 diputados sin experiencia y sin contar con un plan de gobierno brillante. Y es que la población que está a favor de este candidato básicamente es por el hecho de que no apoya el matrimonio igualitario y las guías sexuales que impartirán en las escuelas y colegios, ya que así se ha demostrado con varias encuestas que han elaborado. Hay temas mucho más importantes a tomar en cuenta cuando se va a seleccionar un presidente con estos aspectos mencionados; en nuestro caso temas muy importantes son el déficit fiscal, la corrupción o el desempleo que viene creciendo en el país, pero aún existen personas que se dejan llevar únicamente por temas religiosos.
El otro problema presente es el gran abstencionismo que hay. La corrupción en el campo de la política crece cada día, hacen falta leyes más fuertes para detener estos problemas y lograr así que los ciudadanos vuelvan a creer en los políticos de este país.
Es necesario revisar el plan de gobierno que tienen ambos candidatos, para determinar de una manera más objetiva e informada cuál de estos dos aspirantes representaría mejor al país, cuál tiene más proyectos claros para ejecutar un y cuál tiene más experiencia para no dejarse llevar por asuntos religiosos.
No se puede dejar de lado el hacer un llamado a todo el país a salir a votar. Es un privilegio, derecho y deber que tenemos, hay países donde ya no pueden tomar estas decisiones y es algo deprimente. Los cambios se inician por nosotros, debemos salir y demostrar que queremos una Costa Rica mejor, no quedarnos esperando a que sean otros los que elijan a nuestro representante.