Los sucesos que se están desarrollando en Siria se conforman como una partida de ajedrez entre las grandes potencias del mundo. En la que es considerada como una Guerra Mundial de alcance imprevisibles y en donde puede ocurrir cualquier cosa. Una de las señales que ha generado esta alarma ha sido el derribo de un caza israelí por parte de las fuerzas aéreas sirias. De momento el ejército judío no ha intervenido en esta escalada militar y no ha sido por falta de ganas para dar respuesta a este ataque. No en vano, son muchos los intereses que se están jugando en estas tierras del Oriente Medio.

En primer lugar está Israel y su deseo de contrarrestar a las fuerzas de Irán que están presentes en Siria. En este sentido, es un fiel aliado del régimen de Al Assad. Y detrás del estado judío están dos países que han unido sus fuerzas en esta zona geoestratégica del mundo. Por un lado, Arabia Saudí y que tiene como principal enemigo a los gobiernos de Damasco y Teherán. Y por otro, los Estados Unidos y que a través del presidente Donald Trump ha decidido reforzar sus lazos de amistad con ambos países.

Rusia como gran aliado de Siria

En el lado contrario de esta contienda a nivel mundial está la Rusia de Putin que ha decidido pasar a la ofensiva en esta parte tan importante del mundo. Con un apoyo a las tesis oficiales del gobierno del presidente sirio Al Assad.

Es precisamente el miedo a Rusia lo que ha impedido que no se haya producido una respuesta judía y norteamericana al ataque de las tropas sirias. No en vano, la influencia del país eslavo es mayor en este peligroso escenario que puede desencadenar una III Tercera Guerra Mundial.

Turquía como aspirante a potencia internacional

Tampoco puede olvidarse el papel que está desempeñando la Turquía del presidente Erdogan que desea tener mayor influencia en esta parte del mundo. Y para ello, ha aprovechado la ocasión para atacar con especial violencia a la minoría kurda establecida en Siria. No obstante, esto no quiere decir que esté de parte de Israel y Estados Unidos.

Sino más bien todo lo contrario, sus intereses estratégicos coinciden en este caso con los de Rusia.

Sin olvidarse de las milicias de Hizbolá que están en permanente guerra contra el estado judío. Se trata de un tablero completamente endiablado, en el que cualquier error de cálculo puede tener unos efectos impredecibles para la estabilidad en todo el mundo. Debido al juego de alianzas que se está desarrollando en Siria y en los países vecinos.