Desde el Call me maybe, en 2012, aquel reto viral que consistía en grabarse un videoclip interpretando la canción de la artista canadiense Carly Rae Jepsen, los desafíos se han popularizado en internet y convertido en parte de muchas vidas, sobre todo de adolescentes. Si bien este reto se podía catalogar de inocente y entretenido, otros han supuesto un serio peligro para quienes se han enfrentado a ellos. Un ejemplo de este tipo de retos virales fue el de comerse una cucharada de canela en polvo, sin beber agua, en el menor tiempo posible, el cual provocó que más de doscientos adolescentes acabaran en urgencias con irritación de garganta y colapsos pulmonares, entre otros daños.

Al ver las terribles consecuencias que este desafío causó, mucha gente pensaría que los jóvenes, o al menos la mayoría, no volverían a "jugar" a algo tan peligroso y absurdo. Sin embargo, la mente de los chavales es algo que a veces escapa a la lógica y los retos virales continuaron siendo un atractivo entretenimiento para ellos.

'Jonathan Galindo' atrae a los más jóvenes: la desgracia que este reto viral ha provocado

El último reto que se ha puesto de moda en las redes es el "Jonathan Galindo". En él alguien anónimo caracterizado con una máscara del personaje de Disney Goofy, pero con un aspecto muy estremecedor, agrega a niños y adolescentes a Facebook, Instagram, Twitter y TikTok y los incita a superar varios desafíos cada vez más peligrosos.

Este juego es parecido al de "la ballena azul", en el cual los participantes disponían de cincuenta días para enfrentar cincuenta pruebas, siendo la última el suicidio.

"La ballena azul", según los datos del periódico ruso Novaya Gazeta, pudo ser la razón por la que 130 jóvenes se suicidaran, entre noviembre de 2015 y abril de 2016, y ahora el desafío viral "Jonathan Galindo" es el principal sospechoso de la muerte de un niño de 11 años, quien saltó desde el balcón de su casa, en Nápoles, el pasado miércoles 30 de septiembre.

Antes de precipitarse al vacío, el pequeño escribió una nota a sus padres, que, según los periódicos locales italianos, decía: "Mamá, papá, los amo. Ahora tengo que seguir al hombre de la capucha negra. No tengo más tiempo. Perdóname".

Tras el accidente, la Fiscalía de Menores comenzó a investigar y la policía requisó el móvil y una consola con la que el menor se conectaba a Internet.

Por los registros de estos dispositivos, las autoridades creen que el niño fue engañado por alguna de las personas que actúan como este "Goofy humano" para jugar al reto viral. El testimonio de los padres también ha sido escuchado. Ellos afirman que su hijo era un niño tranquilo y alegre, pero que en los últimos días le notaron inquieto. Las autoridades también interrogarán a los amigos del niño por si pueden aportar algún dato más sobre lo que estaba viviendo.

El macabro reto se basa en una máscara creada en 2012

La imagen de este siniestro fenómeno social tiene su origen en una máscara creada por Dustyn Scan, en 2012. El experto publicó entonces una serie de fotografías y vídeos portando la careta.

Con ellos no pretendía asustar a nadie, pero enseguida las imágenes comenzaron a hacerse virales y a adquirir un cariz malintencionado. El 3 de julio de 2020 Dustyn Scan publicó un tuit advirtiendo que las fotos y los vídeos eran suyos desde 2012-2013 y que había gente que las estaba usando para asustar a muchos jóvenes.

Las virtudes y peligros de Internet

Internet, como otras muchas cosas, tiene una doble cara. Bien usado, puede ser una herramienta estupenda de trabajo, de conocimiento, sin embargo, en manos irresponsables o ingenuas, como es el caso de niños y adolescentes, puede ser la causa de muchos lamentos. La vida de hoy requiere el uso de Internet, eso es indiscutible, pero ¿es correcto que los menores dependan tanto de él o la sociedad de años pasados en la que no existía la tecnología era más segura para ellos?

La respuesta a esta cuestión abriría enseguida un debate, pero lo que sí está claro es que la difusión de retos en las redes es un peligro viral del que los padres deberían estar mucho más prevenidos.