En la India ha empezado el mediático juicio del caso criminal que ha logrado escandalizar a una sociedad acostumbrada a toda clase de aberraciones, con uno de los índices más altos del mundo de asesinatos, violaciones, secuestros y desapariciones.
El crimen más monstruoso nunca visto
Los ingredientes de la historia se repiten: para empezar un clima general consentido por las autoridades de Machismo que desemboca en Violencia de género. Y luego rapto, Violación y asesinato de una menor y abandono de su cadáver en un bosque.
Los elementos diferenciales del caso presente son la corta edad de la víctima (tan sólo 8 años) y la comisión del crimen en grupo (nada menos que ocho individuos).
Investigadores horrorizados
La brutalidad del acto, quizá el más abominable que se pueda cometer, horrorizó a los propios investigadores, que no podían dar crédito a sus ojos cuando fueron rescatados los “restos” de la víctima, que se encontraba en un estado deplorable.
Y por si fuera poco, para rizar el rizo de la crueldad más espantosa, el crimen no se llevó a cabo en un solo acto, sino que se repitió en numerosas ocasiones durante varios días.
Según los investigadores, resulta difícil imaginarse el lastimoso estado al que quedó reducida la víctima antes de perder la vida.
Depredadores sexuales
“Ocho depredadores sexuales abalanzándose como hienas sobre el cuerpo indefenso de una criatura de 8 años”, señaló en una entrevista el inspector de la Policía local Anil Kr.
Sharma, el oficial al mando de la investigación.
Cabe mencionar otro significativo agravante: la raza de la víctima, pues se trata de una niña musulmana, concretamente de una comunidad nómada, sin hogar ni territorio, como ciertas comunidades de gitanos, es decir, uno de los sectores de la población más marginados y peor vistos de la India, un país que se caracteriza por la conciencia clasista que impera entre sus gentes desde tiempos inmemoriales.
Según el relato de los hechos, la niña fue raptada por los acusados en Cachemira, en una zona donde impera una relativa impunidad para la comisión de esta clase de delitos, que la sedaron para someterla a atroces vejaciones durante casi una semana.
Alarma general en la opinión pública de la India
La primera vista del juicio se ha visto rodeada de una gran expectación.
Numerosos medios nacionales e internacionales se han acreditado a las puertas del palacio de justicia de localidad de Kathua, donde el crimen tuvo lugar, y los reporteros y fotógrafos hacían lo posible por captar una instantánea de alguno de los “monstruos”, según los califican sin tapujos los medios de comunicación nacionales, haciéndose eco del indignado estupor que este caso ha provocado a la opinión pública de la India.
Como era previsible, el acto se vio rodeado por fuertes medidas de seguridad, para proteger tanto a los acusados (han recibido numerosas amenazas de muerte por parte de los internautas), como a los familiares de la víctima.
En esta primera vista los acusados, como era previsible, se han declarado inocentes.
Pero esta vez la población de la India ha salido en masa a la calle, sensibilizada y concienciada por este acto “diabólico” que pone en peligro la integridad de “toda la comunidad”, en palabras de las asociaciones que defienden en el país los derechos humanos.