Hace más de 100 años, 1880, un ingeniero naval nacido en Cartagena llamado Isaac Peral y Caballero, inventó y puso a flote el primer submarino de la historia. Pese al logro de su ingenio, su invento fue menospreciado, vilipendiado y rechazado por la casta política de la época.

Más de cien años después, España ha presentado el primer submarino ideado, diseñado y construido íntegramente en nuestra nación y lo ha bautizado "Isaac Peral" en honor a ese genio incomprendido que hace más de un siglo dio un paso de gigante para avanzar la nación, y lo ha hecho amadrinado a manos de la Princesa Leonor, el novísimo submarino S-81 "Isaac Peral", el sumergible que es hoy por hoy el más avanzado del mundo.

La familia real presente en la ceremonia

La sede de Navantia en Cartagena fue el escenario para dar la bienvenida al nuevo barco que recibió a la Familia Real en pleno dándose la circunstancia que la Princesa de Asturias, Leonor de Borbón, sería la madrina del nuevo navío. En el evento estuvieron presentes las autoridades que incluían a la Ministra de defensa el JEMAD y el AJEMA además del presidente de la CCAA de Murcia, Fernando López Miras, y la alcaldesa de la ciudad, Ana Belén Castejón, además de los directivos de Navantia.

En su primer acto, los reyes se hicieron una foto con una selección de 20 trabajadores de Navantia que han trabajado en el submarino para después visitar la Centro de Diseño Virtual donde se ha diseñado la serie de submarinos S-80.

Bajo una carpa en la que se acomodaron los invitados, se exhibía impresionante el nuevo submarino extraído de su hangar de construcción, engalanado con la bandera de España presto a ser botado en los próximos días, la ceremonia en sí era el bautizo del buque. Su puesta a flote es un proceso muy complejo que se prolonga durante unas ocho horas e incluye el empleo de un dique flotante en que se deposita el submarino y después es inundado siguiendo unos controles de tiempo y masa de agua muy concretos.

La princesa Leonor, madrina

Presentando al nuevo barco, tomaron la palabra el presidente de Navantia para destacar el hito histórico que supone para España un submarino de diseño y producción propia y las duras dificultades que ha habido que superar para que ahora sea una realidad.

Del mismo modo el AJEMA, almirante Martorell, inquirió en la potenciación que para España y su Armada supone incorporar este buque que aún tendrá que superar más de un año de pruebas antes de ser integrado oficialmente en la flota, la Ministra de Defensa tuvo un recuerdo para las victimas de COVID 19 cuya epidemia también influyó en las fases finales de construcción del buque pero que ya finalizado supone una formidable apuesta para el futuro el concebir: "esta obra maestra".

Estos discursos precedieron a la escena del amadrinamiento, en que, acompañada por su padre, la princesa Leonor cortó la cinta que dejó caer una botella de vino seleccionado por La Armada sobre el casco del nuevo S-81 "Isaac Peral". Al romperse la botella, el nuevo barco se da como bautizado.

Un capellán castrense bendijo el navío y para concluir la ceremonia, la dotación del nuevo submarino de 32 marinos, la mitad de los que necesita un clase S-70 ahora en servicio, con su comandante al frente se fotografió con los reyes y sus hijas para después departir con el monarca sobre sus impresiones sobre el nuevo buque.

Testar la maquina durante año y medio

Desde luego, la historia del desarrollo del buque no termina aquí, pues solo tras superar una serie interminable de pruebas en puerto y mar el submarino se entregará a la Armada ya bien entrado 2023, cuando se espera que el segundo de su clase, el S-82 "Narciso Monturiol", sea botado, esperándose las dos unidades siguientes, el S-83 "Cosme García" y el S-84 "Mateo García de los Reyes", sean puestas a flote en plazos sucesivos de dos años.

Han sido hasta tres millones de horas de trabajo las necesarias para la consecución de este buque, desarrollar un nuevo avión lleva unas 50.000, con una tecnología equiparable a la que llevaría diseñar un transbordador espacial, pues de hecho ambas naves cumplen el criterio básico de proteger a su tripulación de un entorno hostil, mar en el submarino y espacio en el transbordador.

El proyecto está ya completado en su construcción y visto en perspectiva no difiere de las dificultades que otras naciones han tenido al desarrollar sus propios modelos de submarinos, de hecho la estadounidenses Electric Boat llamada como asesora sufrió un terrible fracaso al desarrollar su serie de submarinos "Sea Wolf" y con esa experiencia de ensayo y error aportó tanto los cambios de diseño para los S-80 como una mejor organización de los equipos de trabajo para que este fuera más eficiente.

Posibilidades de exportación

Y es con este S-81 "Isaac Peral" que España entra en el selecto club de naciones capaces de diseñar y construir sus propios submarinos: solo otras nueve naciones son capaces de este logro. Siguiendo la estela importadora de otras producciones navales de Navantia como el Buque de Proyección Estratégica "Juan Carlos I", las fragatas F-100 o los patrulleros BAM se espera una buena cartera internacional de pedidos siendo muy significativo que los embajadores de Marruecos, Grecia, India, Australia y Canadá estuvieran presentes en el bautizo del nuevo barco. En definitiva, un hito histórico de la construcción naval española que dará aun que hablar durante mucho tiempo.