La Escuela de Guerra del Ejército, sita en el madrileño barrio de Moncloa, fue el lugar escogido para que las Fuerzas Armadas rindieran homenaje a militares y funcionarios civiles del Ministerio de Defensa muertos estos últimos 13 meses a causa de la pandemia que asola el planeta.

Desde que se inició el estado de alarma, al certificarse la extensión de la pandemia, un total de 27 militares españoles y funcionarios civiles de las FAS han fallecido a causa del COVID-19 y un total de 1.106 se han contagiado de la enfermedad.

Emocionante homenaje a los fallecidos

El salón principal de la Escuela de Guerra, usado habitualmente para conferencias o entrega de galardones, fue acondicionado para realizar este homenaje que incluyó una formación de cada uno de los tres ejércitos, de la UME, de los cuerpos comunes y una banda de música. Además de las autoridades con la Ministra de Defensa al frente, estaban los familiares de los fallecidos que se acomodaban en las gradas cuando entró la bandera para presidir el acto.

Como en todo homenaje, a los caídos que se realizase al aire libre, una formación acompañó a la corona de laurel que se colocó en un monolito en el estrado que preside la sala y se cantó "La muerte no es el final" antes de depositar la corona a los pies del mismo.

Se leyeron los nombres de los 27 militares y funcionarios de defensa fallecidos a causa de la COVID-19, en esta lista se encontraban tanto los funcionarios civiles como tropa, suboficiales y jefes de los tres ejércitos y la UME.

En ese momento se prescindió del protocolo militar habitual de estos actos para que el Teniente Coronel Rafael Enseñat, que aparte de militar es tenor de ópera, entonara el aria "Allelujah" de Leonard Cohen en recuerdo de los fallecidos y acompañado del órgano.

El momento más emotivo vino cuando de uno en uno y al son de una música solemne los familiares de los fallecidos depositaron una rosa blanca a los pies del monolito en recuerdo a sus seres queridos.

Reconocimiento al trabajo de las FAS

El actual jefe del Mando de Operaciones, Gral. Fernando Braco, que a la sazón dirige la actual "Misión Baluarte" contra la pandemia, tomó la palabra para subrayar el esfuerzo de las FAS contra el COVID-19 y que pese al dolor y la perdida esta crisis ha verificado que: “Esta pandemia, sin buscarlo ni desearlo, ha mostrado a la sociedad que tiene unas Fuerzas Armadas para lo que haga falta, cuando haga falta y donde haga falta”.

El general resumió el papel de los ejércitos en esta coyuntura destacando sus tareas desde la desinfección de infraestructuras, al montaje de hospitales, la vacunación de personal, el transporte de vacunas por vía aérea a sus lugares de distribución, las tareas de rastreo y la investigación contra el virus en las distintas instalaciones médicas de las FAS.

Imposición de condecoraciones

Precisamente en recompensa a la tarea de las FAS contra el Coronavirus se impusieron en la ceremonia 24 medallas "Balmis" en reconocimiento al personal que se ha destacado en la lucha contra la pandemia, entre estos condecorados había tanto miembros de todas las ramas de las FAS como funcionarios civiles del ministerio.

Por los condecorados, el comandante de navío Martín Dapena tomó la palabra para destacar el esfuerzo de las FAS en esta crisis y "el orgullo" que supone lucirla como reconocimiento del esfuerzo de servicio: "a todos los españoles".

La Ministra de Defensa se dejó llevar más por la carga emotiva del acto, "hemos llorado con vosotros", y destacó que, pese al dolor, el esfuerzo desplegado por las FAS contra el coronavirus es también motivo de satisfacción y orgullo. La retirada de las tropas del recinto concluyó este reconocimiento a militares y civiles muertos por la pandemia.